Melesia del Carmen Rodríguez.- Corresponsal
VILLAHERMOSA TAB., Aumentara el vertido de aguas de los embalses del alto Grijalva hacia la planicie tabasqueña, los que se mantenían en rangos de un mil 350 metros cúbicos por segundo en turbinas y se incrementará 50 metros cúbicos cada seis horas por los vertederos, hasta completar un mil 550 metros. Y como alivio para la seguridad de la población tabasqueña la “bocana de Frontera”, donde fluyen las aguas del Grijalva y Usumacinta hacia el mar, será personal de la armada de México quien iniciara su dragado.
Lo anterior fue expuesto por el doctor Felipe Arreguin Cortes, subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua, luego del resultado del análisis del Comité Técnico de condiciones hidrológicas de la cuenca baja del Grijalva- Usumacinta, donde se determinó que las condiciones en que se encuentra la presa Angostura que es de un 106 por ciento de su nivel máximo de operación (namo), en tanto Malpaso, se mantiene en un 85 por ciento y Chicoasen en un 96 por ciento de su namo, es necesario preparar estos embalses para una mejor operatividad de lo que se espera de precipitaciones en los meses de septiembre y octubre.
Con firmeza se dijo, que si bien la Presa Peñitas es generadora de energía eléctrica hoy lo importante es también importante mantener la seguridad para la población.
Aun cuando en la entidad, 14 municipios recienten las inundaciones por esta temporada de ciclones, de los cuales de los 18 pronosticados tanto para el Pacifico como el Atlántico, seis han dejado sentir su efectos en este 2010 no obstante aun se aguarda el resultado de 12 de estos fenómenos hidrometeorológicos, en Tabasco se registran 220 comunidades con daños y son ya 85 mil 120 personas con afectaciones en su pertenencias.
Las explicaciones vertidas por el funcionario federal, fue en el sentido de que las presas están perdiendo capacidad de recepción para los escurrimientos que se generan con esta temporada de ciclones, toda vez que tan solo en el mes de julio se cuenta con un registro de precipitaciones de 1941 a la fecha se tuvo un aumento de un 47 por ciento de lo que llueve de manera normal y en agosto fue de un 15 por ciento arriba de la media, si se toma en cuenta que en la cuenca se precipitó un promedio de 526 milímetros que significa un 87 por ciento de lo que normalmente se espera.
Como referencia se abundó el caso del municipio de Teapa, que es considerado como una región donde llueve casi todo el año, en esta ocasión se registró; un mil 196 milímetros de precipitación pluvial cuando normalmente es de 422 milímetros, indicativo de que en este 2010 se tuvieron lluvias más fuertes.
Sin duda esto ha provocado en la cuenca de Tabasco inundaciones que están afectando a la población tanto rivereña como la que se localiza en zonas bajas y de manera significativa en la capital tabasqueña, donde muchos ciudadanos en tiempos de sequía se asientan en zonas que son pantanos, y al llegar las crecidas deben dejar esos espacios donde se ubicaron en su gran mayoría de manera irregular.
La planicie donde se concentra el 33 por ciento de las aguas de todo el país, luego de lo ocurrido en el 2007 donde se tuvieron inundaciones históricas, obligó al gobierno federal a través de la Conagua a ejecutar obras para la protección, de la población con bardas y bordos de arcilla, con lo que se busca proteger a la población, sin embargo en algunos puntos se registran filtraciones, dada la presión de las aguas tanto de la márgenes del río Carrizal, como del Grijalva a su paso por la capital tabasqueña.
Estas obras que han soportado las avenidas de agua, sin embargo obligó a que en coordinación los tres órdenes de gobierno abrieran ventanas como son El Zapote, el Tintillo, y las tres escotaduras en Acachapan y Colmena, donde como prevención fueron desalojados habitantes de esa zona rivereña, asentados en las orillas de los ríos.
Esta medida, que fue de igualmente acordada con los mandatarios de Chiapas y Tabasco, al rendir sus frutos, con el descenso de los niveles de los ríos, por tanto la “tregua” demandada por el gobernador de Tabasco Andrés Granier Melo, cumplió sus objetivos, y hoy al darse un “respiro” por tener días soleados y lluvias con precipitaciones menores, era necesario tomar medidas que permitan que los embalses de la presas tanto Angostura, Malpaso, Chicoasen y Peñitas, puedan lograr hacer descender sus niveles, de ahí que se tenga que turbinar un mil 350 metros cúbicos por segundo y por vertederos se deberá dejar fluir 50 metros cúbicos cada seis horas y deberá aumentarse de manera gradual hasta completar por vertederos 200 metros cúbicos por segundo.
Por otra parte, este día igual se tomó la determinación de reforzar con costalera los bordos y bardas que protegen a esta región para evitar el que en un supuesto caso pudieran colapsarse, toda vez que en algunos tramos la presión del agua ha comenzado a filtrarse. Ambas decisiones tanto de reforzamiento de bordos como del hacer descender mayor cantidad de agua sobre la planicie tabasqueña, fue convenientemente analizada esta política.
La decisión fue analizada en el marco del comité donde participan igualmente el director de protección Civil de Tabasco, el instituto de Ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México Comisión Federal de Electricidad y el instituto Mexicano de tecnología del Agua, el Ejército Mexicano y la Armada de México por lo que el análisis se efectuó durante dos días para poder tomar un acuerdo satisfactorio, derivado de los riesgos que esto implica, y se estableció que la operatividad de Peñitas se complemente con lo que sale por vertederos vigilando que se tenga el mismo nivel de los ríos que se registró el pasado domingo, a pesar de lo que se tenga de precipitaciones de los ríos donde no se tiene ningún control de las aguas, esto es en los ríos de la sierra tabasqueña .
Respecto de la obra que había estado siendo demandada y que se dejara inconclusa desde el 2005 que debió ser la conclusión de las escolleras y el dragado de lo que se conoce como “bocana de Frontera” esto en el municipio de Centla, no se le otorgara a ninguna empresa privada, sino que será personal de La Armada de México la que realice este trabajo.