Por: Antonia Méndez
En uno de esos momentos que tienen las dos caras, la desgracia y la fortuna. El día de ayer frente al gran elefante blanco que existe en Comalcalco, pude ver esas dos caras frente a mí.
Con migraña tan fuerte que me partía la cabeza, y me obligaba a estar con los ojos entre abiertos para no dejar pasar ningún rayo de luz, entre parpadeo y parpadeo pude vislumbrar a aquel elefante blanco que me exige abrir mis parpados para ver a tan majestuoso, hermoso, elegante y tan grande que ni sabia por donde entrar, el Hospital Regional de Comalcalco: Desiderio G. Rosado Carbajal.
Estar allí representaba mi esperanza de alivio a tan gran dolor que me aturdía los sentidos, el gran elefante blanco abría sus puertas a mas de uno que padecía igual algún dolor o bien a mas de uno que iba en apoyo de los parientes o conocidos. Las caras de preocupación, angustias y ojos perdidos son la bienvenida.
Con atención y buen comienzo empiezo mi recorrido a una segunda sala para ser atendida de urgencias. Una recepción fría y sola hace esperar unos minutos, tiempo suficiente para admirar el lujo que lleva la salud, el clima aun grado que te hace enchinar la piel, todo tan agradable, me hace sentir resguardada y entre pensamiento y pensamiento recordando que de nuevo habíamos ganado en el concurso de Miss Universo. Guaao, que padre, no que México no tenía mujeres guapas, tiziano ferro…
Los minutos se están empezando a alargar, cuando el ruido de una puerta y una voz pronuncia mi nombre. Como miss universo sorprendida al escucharlo, me levanto para ser atendida como una reina.
Ya Sentada y frente a un escritorio, veo una bata blanca, escribiendo en su lap top. Por fin voy a decir lo que siento y me van aliviar; pienso. De repente, se acerca otra bata blanca y comienza un dialogo con mi doctor que aun no me había preguntado ni el nombre. ¿Para cuando quieres tus vacaciones de Diciembre?, le pregunta aquel extraño, la charla se prolonga y como una muñeca de trapo aguardo en silencio y con mis ojos acerrados a que terminen su amena platica.
Que tiene? Se digna a preguntarme el galeno. Por lo que ni tarde ni perezosa le cuento todos mis síntomas y quejares. Y en mis pensamientos tengo la duda de si Jimena Navarrete, la nueva miss universo es hija del Senador Perredista. Pero eso es otra cosa.
Le voy a dar una receta y le van a canalizar; me dice mi galeno. Solo que tendrá que esperar unos minutos por que la gente esta ocupada. Acto seguido, sale por la puerta trasera, me imaginaba a buscar a la enfermera correspondiente.
El coraje me partía mas la cabeza, haciéndome dudar hasta de la legitimidad del concurso de miss universo y de las posibles manos sucias de nuestro Presidente de la República Mexicana que piensa que esos concursos nos ayudan a la gran parte de la población, cuando lo que necesitamos la mayor parte de la ciudadanía es dinero, dinero, dinero…
Mientras tanto entre camillas y escritorios, los pasillos se convierten en pasarela de doctores quienes como sonámbulos, sin saber que hacer, o más bien sin responsabilidad y sentido común de salud, van y vienen.
De nuevo mi doctor, ¿no le han venido a atender?, pregunta. Me imagino que esperaba que le contestara: ya, solo que le quería volver a ver tan guapo con esa bata blanca. Pero el dolor y la rabia solo me dejan hacer un gesto de no con la cabeza.
Para mi fortuna desafortunada, no me encuentran la vena y me pican los dos brazos, la enfermera o pasante, no lose pasa peri pesas con ese suero para que en 20 minutos termine quitándomelo yo sola, a falta de las batas blancas. Obviamente, ya renovada y al cien por ciento, me levanto y dispuesta a marcharme, pero, me dicen que aun falta mi receta, la verdad ya ni la necesitaba, me sentía aliviadísima y con los ojos muy abiertos.
No se si era la hora de descanso y si afuera habría alguno rogando ya ser atendido. Por que adentro era una pasarela de batas y sonrisas. Con la mirada limpia y viendo aun mas pude inclusive recorrer tan bello hospital y para mi desgracia Salí del baño de Mujeres, y no soy Mijares, con los pies mojados, pues había una fuga que empezaba a cubrir el suelo.
Lo cierto es que los medicamentos aunque tardaron en llegar a mis venas me aliviaron en un dos por tres. Y no es que sea una mal agradecida pero insisto e insistiré cada quien a su menester. Tienen un bello Hospital para hacer de su lujo una fama no solo arquitectónica sino de servicio, de un buen servicio… y al final de cuentas la miss universo Jimena Navarrete hija o no del Senador, truqueado el triunfo o no, fue un hermosos triunfo que nos enaltecerá mas en el bicentenario que viene.
Por ello, les exhortó a la secretaria de Salud y al Gobierno de nuestro bello Estado, para que habrá mas plazas y capacitaciones a enfermeros y doctores pues tan bello edificio es una magna obra que carece de lo elemental. Conmino pues a las autoridades Federales y estatales que en vez de andar comprando elecciones de belleza ó desviando recursos se pongan las pilas en un sector en donde el golpeado sigue siendo el pueblo.