Román Jiménez García
Han manifestado algunos paleros oficialistas, que Humberto Mayans Canabal Secretario de Gobierno del Estado de Tabasco, se fue al Distrito Federal hace 3 días reafirmando su regreso, su militancia al PRI.
Por más que se intente menospreciar este suceso ha sido un mensaje claro, en momentos de adelantos y adelantados.
Hace una semana estuvo por Comalcalco, Pancho Herrera haciendo proselitismo y paseando de lo lindo con sus mojigatos y achichincles, buscando sumar adeptos para la gubernatura del estado.
Hace unos días se volvió a destapar Evaristo, perfilándose con su asociación, hacia la gubernatura del Estado.
Y hace tres a cuatro días Humberto se fue al D.F. a comprometerse y a dejar en claro su permanencia y su simpatía con el Partido Revolucionario Institucional, y porque no, también a arreglar o pactar algo que este servidor y sus bolas mágicas todavía no vislumbran.
Por su parte los masters, catedráticos, la clase política, y quienes vivimos de la misma, perdón quienes viven de la misma, se han mantenido a la expectativa, esperando cual zorros agazapados el tiempo y las formas.
Pero quien sí ha puesto a los aspirantes a la gubernatura a pensar, ha sido la postura tomada por Humberto, quien se ha descalificado infinidad de veces para el 2012, y quien permanece vivo, en sus posibles aspiraciones, entre los murmullos de la polaca y comentarios sueltos de uno que otro columnista.
Ha sido osado el que Mayans llegase a la secretaria de gobernación, pues tuvo que pasar largos años en el destierro del sistema, y en la bruma de un PRD apático y poco progresista; su regreso que no es de hace unos días al PRI hace tambalear intereses varios en Tabasco, pues aparece como la oveja negra del rebaño, y a decir verdad un rebaño amafiado, corrupto y traidor.
Por otro lado, las lecturas son claras, se ve (quizá por el puesto en el que está) un camino andado de la fuerza Mayans, se ve más que perfilado, se ve adelantadote, aunque siniestro, es más, me atrevo a decir que está en el animo –aunque a algunos incomode al decirlo- de los priístas, y que muchos están esperando una posición clara para entregarse a la batalla del 2012.
Pero ¿a quién necesita el PRI y sus cerebros para el 2012?, necesitan un candidato que represente la unidad, que esté a tono, que coincida con el gobernador, que represente el triunfo de los intereses de los vividores del partido y que augure, aunque sea en la campaña, la inclusión de grupos rebeldes y radicales de la “supuesta” izquierda y de la acalambrada y erecta derecha.
Desde ahí empiezan a descalificarse las aspiraciones de muchos, de entre ellas las mías propias. Jajaja.
Lo cierto es que el próximo candidato a gobernador de cualquier partido que sea, vendrá plagado de intereses, cual perro con garrapata y que será más difícil el gobernar para todo un pueblo. Pro velemos, dijo el chino, que ya no sabe a donde agarrar.