Antonia Méndez
En lo que refiere a las adopciones de los matrimonios homosexuales lo cierto es que ni el PRD es una perita en dulce ni la Iglesia Católica es la hermana de la caridad y mucho menos los gay, u homosexuales son el nuevo prototipo de familia perfecta.
Mas de uno es el niño que vaga por las calles y ronda los cuartos de los orfanatorios, más de una son las irrupciones de la Iglesia Católica en cuanto a política se refieren, y más de una son las estrategias que juega y jugara el Partido de la Revolución Democrática antes del 2012.
Y es que ante una sociedad necesitada de leyes, pero sobre todo del cumplimiento de estas, la cultura del respeto hacia una Institución tan poderosa y con gran cola que le pise, los valores que ésta debiera inculcar o los miedos de regresar al siglo XIX, nos dejan como huérfanos ante la resolución de los grandes.
Las leyes, como las obligaciones del ciudadano, del gobierno y de las Instituciones son tan claras y frágiles. La Educación, pero sobre todo esa cultura que no va al paso de la evolución del hombre son cada vez más notorias. La Igualdad de los ciudadanos no radica exclusivamente al derecho de pagar sus impuestos, o participar en votaciones; el amor como derecho y regalo de Dios es para todos y cada uno de los que habitan en el planeta.
Pero, aquí el pero si vale, porque como estamos en México, tenemos el don de ver la perrilla en el ojo ajeno y no en el propio, podemos decir, vociferar y gritar – por que la ley nos lo permite--- lo que queramos. Ojo aquí, porque la ley protege la moral y la vida privada. Además las niñas de 13 y 15 años pueden seguir saliendo a cuanto antro o fiesta les plazca, por que como padres no existe el tiempo de la educación familiar y concientización sexual. Los delincuentes pueden seguir con sus fechorías, al fin y al cabo ni los atrapan. Y pues la Cultura, ¿que es eso?
O es que de verdad queremos regresar al siglo pasado.
Lo curioso está en que ahora Ebrad y el PRD suplieron al indio Juan Diego y son los santos, apóstoles de la nueva doctrina civil de este siglo que no ha dejado de ser raro y mediático. ¿Qué otras cosas no veremos?
