Por: Antonia Méndez
Señoras y señores ya se acerca el bicentenario,
Hagan todos sus atoles y saquen sus encantos,
Por el parque a relucir que la fiesta hay que seguir…
Y en este caso se me hace que tanto bombo y platillo, sólo se quedó en ruido, que el grito de media noche lo daremos más por decepción y furia que por el mismo encanto del bicentenario de la Revolución. Pero como dicen muchos buenos optimistas, la Nacionalidad se lleva dentro, no necesariamente en fiestas extravagantes para celebrar la Libertad que ganó México y que hoy gozamos, la Igualdad que ahora prevalece y la Democracia que fluye en las venas de la Tierra Morena.
Quieren sacar su agosto…
Y qué mejor agosto, que el que tiene fruto sin tanto esfuerzo. Pues Septiembre hay que celebrarlo a lo grande y no todos los días se es presidente de la República; o más bien no todos los días se celebra el bicentenario de la revolución, es un placer que solamente una vez en la vida se vive.
Por ello, México lucirá los mejores monumentos, para que el mundo entero sepa de la capacidad, ostentación y fortaleza del mexicano, que somos fregones, aunque por dentro estemos muriéndonos de hambre y sed, siempre muriendo de frente con la cara al sol.
Por lo mismo, nuestro presidente Felipe Calderón y sus asesores, decidieron realizar el controversial monumento del Bicentenario denominado “La Estela de luz”, la cual se realizará con acero vip, es decir acero acero, no imitaciones baratas de made in china o tepito, el cual se fue a comprar a Finladia, digo, para darnos un toque de gente civilizada.
El único detalle es, que no esta aquí por que los tubos se tienen que forjar en Italia y para causar mayor impacto, impresión y envidia, se le pondrán placas, no de cualquier lugar, sino de la tierra que vio nacer a Pelé, o sea de Brasil y pues ya que nada de México sirve para tan dignos fines, dicha obra se terminará en la Bella Italia, por aquello del Romance y la bella ciudad.
Me imagino y a manera de sarcasmo también querrán comprarle a la nasa tierra de martes por si la de nuestro suelo no sirve o no va a tono con los colores que irradie la estructura.
Para finalizar tendrá en una esquina remota la famosa leyenda “made in México”.
Pero tiene sus peculiaridades, por no decir problemas, ya que dicho monumento no se entregará en tiempo y forma, pues hasta el día de hoy no se tiene una fecha exacta, la cual se programó y divulgó desde un inicio sería el día 16 de Septiembre.
Sin embargo, ahora no saben si será este año, el próximo o a lo mejor viniendo de elecciones federales, es decir que efectivamente la obra maestra del Bicentenario será una “Estela de Luz”, que veremos y verá el presidente pasar, hasta nuevo aviso.
Pero hay otras infamias, y espero no verme anti patriota, o pesimista. La obra, que comenzó en octubre de 2009, se la dieron a Gutsa, una constructora sancionada por el gobierno federal por sus incumplimientos en la Autopista del Sol, ¿Qué pasó ahí, no hay moral?
Y por si fuera poco no sólo no la terminarán a tiempo, sino que el costo de la misma magna obra ha subido escalofriantemente de precio a 690 millones de pesos, cuando lo presupuestado eran 393 millones.
Por lo cual, no está de más pensar que exista una demanda por incumplimiento de contrato, pues si los perredistas demandaron a un sacerdote, porque, no, el gobierno federal hace lo mismo pero con la empresa Gutsa, y que vean los mexicanos que realmente las cosas han cambiado, que ya por lo menos este bicentenario sí tendrá justicia la Revolución.
La cosa no termina ahí, pues ya que ando de mal pensada, no quisiera creer que aquella buena “estrategia” que tuvo el Sr. Presidente de la República Mexicana Felipe Calderón al decir que “los procesos administrativos se acortaría con la finalidad de agilizar los trámites burocráticos”. No es más que el mismo gato, pero revolcado, es decir, un artilugio para tapar un saqueo pensando en las elecciones del 2012, más que una supuesta ayuda hacia el pueblo y sus ya históricos achaques.
