Atacan narcotraficantes a otro Panista
Román Jiménez
Aparece sin vida el cuerpo del Presidente Municipal de Santiago, Nuevo León, Edelmiro Cavazos Leal y ante este suceso la ciudadanía pregunta ¿quién podrá defendernos?
Esto que sucede en el país con el narcotráfico. Con el tráfico de influencias, con la corrupción que sigue matando gente inocente. Con acciones sin fondo e inoperantes actos de justicia. Dejan a la expectativa el verdadero triunfo del cual tanto se jactan las autoridades federales, dejan marcada a la política y dejan desprotegida a la ciudadanía.
Si un Presidente Municipal manejando el recurso que manejan y siendo éste la autoridad máxima en una entidad, es victima de la delincuencia organizada, qué no le puede pasar a una persona común y corriente, a nuestros hijos, a nuestros familiares, a nuestra gente. Es una pregunta que es común realizarse día a día.
Por lo visto hoy día las ejecuciones y atentados, van directo al Partido Azul, cosa clara por la posición de Calderón y por su línea política, pero también pudiera buscársele un mensaje “más subjetivo”, que “objetivo”, si es que puede caber la lucidez en estos momentos de terrorismo.
Pero sí queda claro por lo menos hoy día, que es más peligroso ser Panista*, que Gay, Cura o perredista, pues si en esta guerra sin cuartel los que tienen el poder son los primeros en morir, pues lo mejor es no llegar a los pinos, o en su caso seguir siendo priísta.
Lo cierto es que vemos un estado fallido, un estado debilitado, frágil y propenso al derrumbe. El poder político, institucional, militar, judicial, eclesiástico, etcétera, ya no es garantía de supervivencia, de blindaje.
Por otro lado, sería benéfico y creo es una llamada de emergencia a tiempo a todos los alcaldes del País. Para que actúen con mayor fuerza y no se deslinden de un problema que concierne a todos los poderes en México.
Una muestra de ello, son las cuotas que tienen que pagar algunos empresarios en el sureste mexicano. Es momento de poner la barba a remojar.
Es momento de que las iniciativas en contra del Narco, sean menos políticas y más justas, justas aunque vayan en detrimento de los intereses de uno que otro instituto político.
Es tiempo de poner los ojos también en el sureste de México, pues es ahí donde la Justicia muchas veces pasa de soslayo, es la cueva y madriguera predilecta de los grupos armados. Evitar esta realidad, dejará heridas más profundas.
Urge pues un compromiso mayor, urge buscar nuevas estrategias para combatir al narcomenudeo y sus poderes ignominiosos. Porque sino en el 2012 ganara el candidato que logre sobrevivir a las ráfagas de la creciente y fortalecida narcocracia.
*(De lo cual deberia sentirse más que agraviado, agradecido, el ex dirigente panista Manuel Espino, quien está a minutos de ser espulsado del PAN y quien aprovechando el espacio cabe mencionar, denunció que el inicio del procedimiento para expulsarlo de Acción Nacional fue una decisión tomada en Los Pinos).