domingo, 12 de abril de 2009

NOCHE DE SEMANA SANTA EN LAS PLAYAS DE PARAISO

Angel Osorio Sacamitzin

Mujeres, alcohol, droga, sexo, sin aparentes estatus, todos en ese bañera enorme que es la depravación, que por cierto unas veces se antoja y otras tantas también, claro está dependiendo. Sin embargo en las hoy pecaminosas playas de Paraíso, las divisiones , los enconos, no estuvieron presentes. Muy a pesar de las constantes mentadas de madre y las insinuaciones que cayendo la noche dejaron de serlo, todo llegó hasta donde se tenía que llegar al clímax, en donde todo pasa, en donde se concibe todas las ideas sexualmente hablando.
E insisto mujeres, mujeres, mujeres, es el punto de partida, y es el de llegada, obviamente también hubieron homosexuales, quienes intentan tomar un lugar que jamás tomarán, pero que sin embargo existe y está presente, a su manera tan especial de hacer las cosas.
A la orilla del mar, las casas para acampar, en movimiento zigzagueante, todo era erótico, hasta el perrito con la perrita, como la luna y el mar, y el camuflaje de la arena, mientras las tarimas de las cervezas eran el centro de atención de todos, nadie quería dejar de ver a alguien encuerarse.
Aclaro también que en aquella espesura de la noche, se tenia que tener mucho cuidado, pues habían entre otras cosas en la arena como objetos olvidados, tirados, borrachos, parejas en pleno agasajo, niños, cartones de cerveza, neveras, y a veces, no siempre uno que otro amigo desmayado de tanto placer.

Pero bueno, sin más preámbulos les dejo con lo que es y seguirá siendo por mucho tiempo el mejor lugar para poner en practica todo lo aprendido en la vida mundana.

.

Por cierto solo para comentar, algunas fotos que usted verá, quizá no fueron bien tomadas, o no se pudo por la noche ver si tomábamos al cuerpo, a la cara o a los pies, e inclusive en una de ella, luego del flachazo, empezó una corretiza, que la verdad que hay que tener condición, pues si no cae uno presa de estos Ángeles del averno.


Le agradezco a mi director esta enmienda que me dio, la cual disfruté, hasta que me vi sólo, saludo a las amigas que hice que ya hasta su nombre olvide, y también a los amigos, que gracias a Dios ni me acuerdo de ellos.

Agradezco también a las personas que dejaron fotografiarse, y a las que no, la porra les saluda... Ah por cierto vi priístas a morir, pero la verdad habían más perredistas, sin omitir que ya ve usted que en Comalcalco, todos nos conocemos, pues esos y esas que se la dan de apretados, y de santos, son los peores, es decir aquí valió madres tanta pinche apariencia. Pero bueno, ya los juzgarán otras generaciones, como la mía en donde venimos puros ángeles con alas y aureolas. jajajaja.