viernes, 24 de abril de 2009

HACIA FALTA

GREGORIO ARIAS PÉREZ IMPARABLE

Lic. Román Jiménez García

Las carcajadas fueron espontáneas, cuando vieron las camisas rojas con la leyenda “Ya lo pensé bien”, y en ella, la figura del ya controversial, y polémico Gregorio Arias Pérez, quien muy a pesar de lo que se quiera hacer ver, es el que sigue, pues se le tiene que dar los honores a quien honor merece.
Saborear los momentos Goyo, saborearlos… se escuchaba decía una señora, mientras los abrazaba con frenesí, a su vez las miradas los rodeaban y las manos le palmeaban la espalda, el fénix le decían y otros gritaban con alegría elocuente.
No es broma, ni mucho menos pleitesía, ni siquiera dinero que haya de por medio, ni mucho menos gratitud, lo que digo es lo que se vivió y lo que es, Gregorio ha sido persistente, tenaz, aguantador hasta decir basta, y eso lo ha llevado a que la misma gente priísta y perredista, reconozcan la madera con la que está hecho.
Un aliado que tiene Oramas, a mi parecer el más destacado, el más cabron, una persona desinhibida en su totalidad, un político que da resultados y que a pesar de los reparos, es institucional, una muestra fue la elección gubernamental que se vivió hace poco más de tres años, en el estado.
Creo los que la quieran tendrán, aunque les incomode, tendrán que ir a ver a este pinche criollo de Pino Suárez, tendrán que aliarse con quien hará que la balanza pierda balance. Y no es que quiera desconocer a mis demás amigos políticos, no es eso, ni lo intento, pero si es cierto que el discurso zagas, la pólvora chispeante, el carisma a pesar de su rostro, y la experiencia, están hoy del lado de Goyo.
Por eso hay que ser crudos ante la realidad que se ve, hasta hoy no existe persona que aguante trabajar las comunidades y las rancherías, como Goyo, y ese chamaco Alejandro Medina, quien de igual forma, es quien se ve está metido hasta el tuétano en el gusto popular.
Cabe decir que si se quiere ganar, hay que empezar a profundizar, a ser serios, responsables, y caminar, dar soluciones, y si se puede bajarse los pantalones, los tiempos van cambiando de eso no queda duda, pero mientras tanto así se pinta en Comalcalco.
Falta ver a quien o a quienes les cae el veinte, por lo pronto la moneda está en el aire.