Lic. Victor Zito Cuevas Sosa
* Apenas obtuvieron un 12 por ciento del total de la votación y ahora han perdido lugares en el Congreso de la Unión, donde sólo estarán como observadores
El pésimo manejo de las campañas previas a la elección de este 5 de julio, en el que se renovaron las curules en el Congreso de la Unión, llevó al Partido de la Revolución Democrática a caer en un hoyo muy profundo, al dejar de ser ya la segunda fuerza política y conformarse con el tercer lugar a nivel nacional.
Lo anterior queda demostrado con los números obtenidos por este partido, que obtuvo un 12.23 por ciento del total de votos de las más de mil casillas instaladas para el sufragio de este domingo, muy por debajo de lo obtenido tiempo atrás, mientras que priistas y panistas lograron los porcentajes más altos.
Es así que ahora el PRD estará representado entre diputados de mayoría relativa y plurinominales por 69 legisladores, dejando atrás los 123 que tenía en el 2006, lo que es un claro retroceso en las aspiraciones de este partido por ganar algunas preferencias del electorado.
Con una campaña demasiado mediática, en la que una pequeña representaba la inocencia perdida en un país como México, mientras que un Jesús Ortega la hacía del salvador, del benefactor de los pobres, al tiempo que sus candidatos se dedicaban al desorden y dejaban caer hasta el suelo sus pobres campañas.
La principal disputa de este partido durante el proceso, fue el que su líder moral Andrés Manuel López Obrador se dedicara a promover el voto por otros partidos, lo que fue delimitando la poca creencia de la gente por este instituto, que ha llegado al suelo y que poco a poco va perdiendo identidad, dejando la mesa puesta para que PRI y PAN se sirvan con la cucharada grande.
