viernes, 17 de julio de 2009

Cuando la Juventud es un Pecado

Alejandro Medina Custodio, el chamaco que tal parece en su primera participación, a puesto a pensar a los otros aspirantes a la silla presidencial, pues con trabajo les ha demostrado que se pueden hacer las cosas.

Sin embargo quienes ayer pedían mayores espacios para los jóvenes, son los primeros en denostar en contra de Alejandro, un político que se ha creado en la batalla, en el partido, en la base, en la militancia, y que tal parece es quien puede hacer frente a los engrandecidos perredistas.

Pero esto último ha causado conmoción en algunos aspirantes, pues existen dentro de ellos, quienes hasta telarañas tienen de tanto que esperan la oportunidad, existen otros que buscando luces esperan una provocación para echarse encima de cualquier cosa que les ponga en peligro su hueso.

Pero bueno en concreto, es necesario ver la participación de cada uno de los actores políticos, quienes se han dedicado la mayoría a hacer politiquería y no se han adentrado en un trabajo decidido, que no han podido trascender porque no quieren compromisos, que no han tenido la paciencia, que se han creído que las cosas en el PRI siguen igual a como hace 5, 10 o 20 años.

Por eso mismo les daña y sienten una agresión cuando ven un joven político avanzar lo que ellos no han podido en años, ah, pero aquí juega un papel fundamental el tiempo, y la calidad de tiempo. Es decir no es lo mismo Chana que Juana.

Si no hay que voltear a ver, a los aspirantes, políticos que no han cambiado su actitud política que se han dedicado a vivir bien, a estar tranquilos y han aprendido a no meterse al pueblo, si no van, si no les mandan de arriba una señal, una equivocación que hoy los tiene en la lona.

Si hoy Alejandro Medina Custodio tiene un pecado, que más que un pecado es una virtud, es su juventud y la ha sabido aprovechar, encausar, cosa que algunos otros no han podido porque vivieron vidas de placer, de arrebatos o de malos resultados. Por lo pronto lo que se ve a simple vista es que los aspirantes adoloridos, todavía no están preparados para dejar pasar a los nuevos cuadros, que siguen pensando que sus aspiraciones representan a la juventud. Craso error, que cuesta reconocer, máxime cuando no se sabe envejecer a tiempo. Como diría la canción Sabia Virtud de Conocer el Tiempo, a Tiempo amar y desatar a tiempo, como dice el refrán dar tiempo al tiempo. Y un conocedor de eso es Gregorio quien no hace tanta bulla y sigue caminando, aunque mal paguen ellas.