jueves, 7 de mayo de 2009

Los Curas Deberían Casarce


Lic. Román Jiménez García


Esto que ahora ha hecho mover el piso a la iglesia católica, en donde se ve al Cura de nombre Alberto, acariciar una mujer. No es más que el gran silencio que siempre ha tomado la iglesia entorno a grandes temas que hoy día tal parece quedan en evidencia.

No es nuevo que los sacerdotes, tengan aventuras, cuantos no, en el mismo estado, se han visto o han sido cachados por los feligreses, y no solo eso, si no también llegan a tener hijos, a los cuales les llaman comunmente sobrinos, por eso creo es necesario en estos momentos más que tachar a un hombre que no hizo más que lo que su naturaleza dicta, enmendar ciertas cosas dentro de ese mundo desconocido que encierran los padres, los parrocos.

Ya es tiempo de levantar el telón y sacudir viejas doctrinas que sólo han servido para acrecentar más el deseo de la carne y han hecho padecer tanto a tanto supuestos curas virgenes, la historia los delata, lo mejor es reconocerce humanos e imperfectos y no engañar y embrutecer a la gente que todavía cree en el celibato como una forma de ganar la gloria.

Creo los paparazzis deberías turistear acá por Tabasco, o por el sur, en donde no sólo encontrarán notas relevantes de este tipo, si no también ciertos horrores como la pederastia, que eso sí es más escandaloso que un cura abrazando y besando a una mujer que no es por hacer leña del árbol caído, pero que se ve es casada.