miércoles, 6 de mayo de 2009

La Derecha de la Perla de la Chontalpa


Lic. Román Jiménez García

En Comalcalco, el político se a vuelto precavido, si no es que convenenciero, se acabaron aquellos discursos en donde la nobleza y la lealtad eran el principio de todo discurso, ahora se habla con el votante de negocios, bueno hasta pareciera que se pusieran de acuerdo por el precio del voto.

El proceso electoral se ha degenerado, y la prostituta más grande pareciera estar en el ayuntamiento cada termino de los trenios, de hecho la misma gente, ya no es la misma que salian como corderitos a votar aunque el beneficio no llegase nunca por sus comunidades.

Es más la derecha, que supuestamente hoy se volvió oposición desde el arribo de May al poder, es diferente, los conservadores de ayer empiezan a extinguirse y quizá queden algunos, como Somellera, el Gringo y de la misma forma Mayté, a su vez también existen los periodistas que no salen del circulo conservador, y creo bueno la mayoría están en este escalafón, algo difícil, para quienes hoy la derecha la ven o la intentan hacer más dinámica, más participativa, y más crítica.

Ingerencias que pertenecen a los tiempos de hoy. Sin embargo, creo hasta el momento este proceso no se ha dado del todo en el PRI del Estado y por lo mismo está costando tanto trabajo el poder acoplar dos generaciones distintas, pues a pesar de las experiencias vividas, todavía existen personas que creen que se pueden influir en los procesos sin recibir por lo menos un rasguño.

Por ejemplo tenemos en las federales a Arquimedes Oramas Vargas quien indiscutiblemente de los aspirantes fue el más avocado a los tiempos y el de mayor arraigo entre la gente, sin embargo el error estriba en su suplente, quien sin el menor esfuerzo hoy se encuentra en una posición que muchos otros priístas por su lucha la tenían ganada, por lo que se deduce que el ser hija del político Gringo Rosas bastó para que esta hermosa dama, fuera elegida para ser la suplente del candidato del tercer distrito.

De tal manera, queda clara la posición que todavía se tiene en el partido tricolor, en donde se intenta o se trata de evitar inmiscuirse en los procesos y en los candidatos. Cosa que se ha logrado pero no del todo.

Aún así, siguiendo con el tema, se encuentra en la misma tesitura el PRD en la Perla de la Chontalpa, el cual se dice de izquierda, cuando sus actitudes y su mismo proceder interno y externo, son asumidos con posiciones derechistas ortodoxas, que los hace ver más paternalistas que lo que suponen o intentan ser.

Ambos partidos tienen la misma inclinación, sólo que unos lo aceptan (PRI) porque así es su concepción y otros a pesar de las patas y las rabietas (PRD) son iguales, e idénticos. Claro que antes tenían confundido el significado de pertenecer a un partido de oposición.

Es entonces donde estás elecciones que vienen, tendrán que ser encaradas, no con la derecha que conocemos, si no con una diferente, en donde el político sea más avocado a los principios que el pueblo demanda, más que a los de su propio partido. O dicho de otra manera más que a los intereses de su partido, y no digo que los desconozca, si no más bien que los oriente con mayor precisión a la gente, que los haga compatibles, armónicos.

El cómo lograrlo, no escapa a la perspicacia del político, dándoles los incentivos necesarios que hoy la población demanda, pero a su vez involucrando y sensibilizando la otra parte. Porque si no, se construyen grandes monstruos, que se ven vulgares, no sólo por el capital económico que ostentan, si no también por su pobreza intelectual, que los nubla de toda razón, que no sea el monetario.

Un ejemplo, es Lawrence Rodríguez, Chavo Peralta, Oscar Cacep, los mismos de siempre, apostando lo mismo cada trienio.

Esta es pues la derecha de la Perla de la Chontalpa, y por consiguiente sin el menor miedo a equivocarme también la que se vive en el país y en el estado, derechas que siguen defendiendo los privilegios y sus jerarquías y por obvio sus intereses, derechas que se someten a las urnas, y que intentarán a cada paso reinvertir los derechos y las posibles igualdades.

En Comalcalco la izquierda que dicta Marx, es una farsa, es un intento pirata de alucinaciones mediocres por ignorantes, de pasajes de una lucha inexistente, porque hasta el día de hoy lo único que hemos aprendido en la Perla de la Chontalpa es que regresamos a lo que tanto se le critico y refuto al PRI. Por eso la charlatanería de Javier May y sus mafias, ofenden y dañan porque su cólera no tiene sentido, porque su pasión es ciega, porque sus fusiles los apuntan desorientados por su misma farsa.

Por eso es importante y prescindible que los políticos que hoy aspiran a tener un puesto de elección sepan de antemano que el paisaje ya esta poblado de personas que dicen tener la solución a los problemas, que los partidos tienen su proceso y que de ellos depende el mismo, no de su silencio, no de su inacción.

Hoy día el PRD es resultado del mismo PRI, lo mismo pasa hoy en Comalcalco, May es resultado del PRI en el municipio, de tal manera, se tiene que estar consciente que las próximas elecciones será en contra de una izquierda, intransigente en la retórica y profundamente mafiosa en la práctica. Es decir las próximas elecciones serán un choque entre derechas… Una perteneciente a la era de los dinosaurios (PRD) y otra que parece intenta por lo menos la evolución (PRI).

Cuando los diputados de los Estados Generales se escindieron en dos bloques el 28 de agosto de 1789, en París, en los primeros días de la revolución francesa, la nobleza y el clero se colocaron a la derecha de la tribuna real, y los representantes del Tercer Estado (el pueblo llano) a su izquierda. Desde entonces, la vida política ha estado marcada por esta distinción. La derecha, según esto, representa la autoridad y el conservadurismo; la izquierda encarnaría el progreso y la transformación de la sociedad. Ser de derechas equivale por tanto a temer que lo que existe -el orden establecido, aunque no sea perfecto- acabe destruido por experimentos sociales temerarios. Ser de izquierdas, en cambio, sería tenerle poco apego, ya que no miedo, a lo que existe, y preferir cualquier cambio a la realidad actual.