martes, 5 de mayo de 2009

Influenza y crisis económica: cómo y cuánto afectarán los resultados electorales

José Luis Sierra V.
3 mayo 2009.
http://mexicodesdeyucatan.blogspot.com/

Los analistas económicos marcaron el bimestre mayo-junio para que la crisis que arrastraba México experimentara su fase más aguda. Algunos analistas políticos derivaron de tales pronósticos que la crisis de la economía mexicana impactaría el proceso electoral y, más específicamente, los resultados de la votación del 5 de julio.Sin pretender establecer un paralelismo, conviene recordar que el estallido de la crisis inmobiliaria, primero, y sus consecuencias sobre el aparato financiero de los Estados Unidos fue factor definitivo para la derrota del candidato de George W. Bush y el consiguiente triunfo demócrata, en la persona de Barack Obama.Si antes de que apareciera la emergencia sanitaria se pensaba y consideraba que la incertidumbre económica dejaría sus huellas marcadas en las urnas electorales, no me cabe la menor duda que la aparición de este factor imprevisto, que nadie pudo remotamente considerar, se convertirá en una de las variables de mayor importancia a la hora de resolverse la ecuación electoral.La emergencia sanitaria y las reacciones que ella genere en el ánimo ciudadano, pesarán por sí mismas en el resultado electoral. Además de empujar al crecimiento del abstencionismo por el descrédito de políticos e instituciones públicas ante las miradas y las mentes de la ciudadanía; además del abstencionismo deberán crecer las cuotas del “voto de castigo”, aquél que se emite con coraje, como forma de vengar los yerros, las omisiones y la irresponsabilidad de las autoridades de todo nivel y divisa partidista.A estos costos de la emergencia sanitaria habría que añadir el plus que representen los impactos económicos de la emergencia sobre la crisis económica que ya se vivía y que se verá ahora agravada: la crisis de la crisis.Si ya la crisis tenía al borde de la quiebra a multitud de pequeñas empresas, las medidas y las consecuencias de la emergencia sanitaria vinieron a darles la puntilla. El turismo se encuentra colapsado; el transporte de pasajeros necesitará de meses para quedar de nuevo en pié, que no normalizado. Las exportaciones pecuarias; el tráfico fronterizo de personas y mercancías; el deterioro del gasto familiar por el costo de medicinas, doctores, análisis e implementos sanitarios; tendrán que pasar muchos meses para comprender siquiera los impactos que la pandemia tuvo en la economía del país y de las familias.¿Cómo y en qué medida decidirá cobrarse la sociedad mexicana la incapacidad manifiesta de sus gobernantes? ¿Hasta cuándo se mantendrá la pasividad, el “aguante” de los mexicanos ante esa clase política ENANA, sumida en la corrupción y en el importamadrismo, que regentea los partidos políticos?