sábado, 29 de noviembre de 2008

Tabaquismo


Lic. Luis Mariano Jiménez Ovando

El tabaquismo es reconocido desde hace varios años como un problema de salud publica, debido a que los daños a la salud asociados al consumo del tabaco causan más de medio millón de muertes en el continente americano.
En México existe una masa poblacional cada vez mayor en los grupos de edad media y avanzada, en los cuales las tasas de morbi-mortalidad relacionadas con el inicio del tabaquismo en edades tempranas son altas.
Estos elementos introducen al tabaquismo en el escenario de las diez principales causas de mortalidad en México y los convierten en un problema prioritario de salud pública.
Estudios probabilísticos basados en las pautas de consumo actuales, señalan que para el año 2025 el tabaco será causa de más de diez millones de muertes en el mundo.
En abril de 1990 México suscribe del Acuerdo 88 mediante el cual las áreas para consumo de tabaco en unidades médicas, tanto de la Secretaría como de los Institutos Nacionales de Salud, quedan restringidas.
En agosto de 1990 se publica un nuevo reglamento que trasciende los ámbitos hospitalarios y asienta la protección de los no fumadores en el Distrito Federal ante los efectos de la inhalación involuntaria de humo producidos por la composición del tabaco tanto en locales cerrados tales como cines, teatros, bibliotecas, restaurantes, salones de clase, etc., así como vehículos de transporte colectivo urbano.
Vemos así como la lucha contra el tabaquismo se ha convertido en un proceso irreversible y radical en la toma de decisiones que llevarán a disminuir en forma importante este problema de salud pública.
En éste programa se sintetizan los objetivos, estrategias, líneas de acción y acciones específicas, las cuales están basadas en el diagnóstico de la problemática actual del tabaquismo, con el objeto de que este documento constituya el marco de acción del Gobierno de México en esta materia.
Cigarrillo y humo en el organismo.
El aire penetra en el sistema respiratorio por la nariz y sigue un trayecto determinado hasta llegar a su destino final: los alvéolos, cuyo conjunto forman los pulmones. En la nariz atraviesa los vestíbulos y los conductos nasales. De allí pasa por la faringe y se dirige hacia la tráquea, que se divide en dos conductos más pequeños llamados bronquios.
Estos a su vez se subdividen en bronquiolos, que terminan en conductos más pequeños, los bronquiolillos que desembocan en sacos microscópicos llamados alvéolos. Las paredes de estos últimos son muy delgadas y están rodeadas por capilares sanguíneos.
Dada su importancia como lugares donde se produce la entrada en la sangre del oxígeno y la salida desde la sangre del dióxido de carbono resultante de la combustión biológica; existe un mecanismo de protección que purifica el aire que debe llegar a los alvéolos pulmonares.
Este mecanismo consiste en la presencia de folículos pilosos ubicados en los vestíbulos, que filtran las partículas de gran tamaño que arrastra el aire, de un epitelio mucoso, que reviste los conductos nasales, humedece y entibia el aire exterior y de cilias y mucus producido por glándulas que tapizan la tráquea y bronquios.Las partículas extrañas que arrastra el aire se adhieren al mucus, sustancia pegajosa, ubicada sobre las cilias que, en forma sincronizada, efectúan un movimiento de barrido de mucus hacia la garganta, el que luego pasa al tubo digestivo para luego ser eliminado los movimientos de espiración bruscos, como la tos ayudan a ser barrido.
Cuando se fuma, las sustancias químicas tóxicas que acompañan el humo alteran este mecanismo de protección.
La nicotina alcaloide presente en el humo del tabaco, paraliza la función ciliar, lo que dificulta la eliminación natural de los esputos y la consiguiente acumulación del mucus, que obstruye los bronquios.
Además facilita la retención de las sustancias carcinógenas que contiene el humo, como el polonio-210
La acción específica de la nicotina sobre el sistema nervioso es el comienzo excitador, pero luego se transforma en depresora.
El monóxido de carbono es un gas inorgánico, integrante del humo del cigarrillo, que atraviesa las paredes alveolares y penetraen la sangre para formar con la hemoglobina
Un compuesto estable. Desde ese momento, la hemoglobina deja de ser apta para transportar el oxígeno a través de los vasos sanguíneos a todo el organismo.La mayor cantidad de oxígeno que reciben las células es unas de las causas contribuyen a que el fumador se fatigue más fácilmente cuándo debe realizar un esfuerzo físico.
En este caso el corazón bombea más sangre, aumenta la presión sanguínea y el número de inspiraciones, lo que permite la llegada de un mayor volumen de aire a los pulmones y una mejor oxigenación de la sangre. Sin embargo esto no se logra cuando el ambiente está contaminado por el monóxido de carbono producido por el humo del cigarrillo.

Enfermedades vinculadas al tabaquismo.* Inflamaciones.Gingivitis. Estomatitis. Bronquitis crónica. * Enfisema Pulmonar.* Lesiones En Las Arterias.* Cáncer
Hoy en día no cabe duda alguna de que el consumo de tabaco produce efectos perniciosos sobre la salud humana. Hacia 1950 comenzaron a aparecer en la literatura médica los primeros resultados de estudios que demostraban que el fumar iba asociado a un riesgo más elevado de padecer cáncer de pulmón.
En Estados Unidos, Canadá y Reino Unido se ha puesto en claro que dependiendo del número de cigarrillos consumidos, el fumador presenta un riesgo de contraer cáncer de pulmón de diez a treinta veces superior al no fumador. El peligro no se limita sólo al cáncer broncopulmonar. También aumenta cinco veces el cáncer de laringe, cuatro veces el de cáncer de boca, y tres veces y media el de cáncer de esófago. Es posible también aumente el riesgo de padecer cáncer de vejiga urinaria.
No es el cáncer el único peligro que acecha a los fumadores. Otra importante consecuencia patológica del tabaco es el aumento del riesgo de sufrir un infarto de miocardio. Este riesgo se evalúa aproximadamente en el doble del que tienen una persona no fumadora. El estómago es otro órgano que sufre las consecuencias del fumar. La molesta y peligrosa úlcera gastroduodenal es casi tres veces más frecuente en los fumadores que en los no fumadores.
¿Por qué es malo para mí el humo del cigarro?
Todo el mundo sabe que fumar puede causar cáncer cuando seas mayor, ¿pero sabías que desde ahora también tiene malos efectos en tu cuerpo? Un cigarro contiene cerca de 4000 elementos químicos, muchos de ellos venenosos. Algunos de los peores son:
· Nicotina: Paraliza la función ciliar.
· Arsénico: Utilizado en veneno para ratas.
· Metanol: Un componente de la gasolina de los cohetes
· Amoniaco: Es un Ácido aplicado como solución limpiadora de pisos, utilizado en las baterías para automóviles.
· Monóxido de Carbono: Parte de los desechos tóxicos del carro
· Formaldehído: Utilizado para preservar (conservar en perfectas condiciones) los tejidos del cuerpo
· Butano: Líquido de los encendedores
· Cianuro de Hidrógeno: Veneno utilizado en las cámaras de gas
Cada vez que inhalas humo de un cigarro, pequeñas cantidades de estos químicos se van hacia la sangre a través de tus pulmones. Ellos viajan a todas partes de tu cuerpo y te causan daño.

¿Qué le hacen todos estos químicos a mi cuerpo?
Como debes imaginarte, aún pequeñas cantidades de estos químicos venenosos presentes en los cigarros, te pueden hacer mucho daño en tu cuerpo. Viajan a todas partes de tu cuerpo y causan daño. A continuación te enlistamos algunos hechos sobre lo que el fumar te hace:
· Fumar hace que huelas mal, te saca arrugas, mancha tus dientes, y te da mal aliento.
· Los fumadores tienen 3 veces más caries que los no fumadores.
Fumar disminuye tus niveles hormonales.
· Fumar baja tus niveles de hormonas.
· Cuando los fumadores se agarran un resfriado, es más probable que la toz le dure más tiempo que lo que le dure a los no fumadores. Además, es más probable que tengan bronquitis y neumonía en comparación con los no fumadores.
· Los fumadores adolescentes tienen pulmones más pequeños y un corazón más débil que los adolescentes no fumadores. Además se enferman más seguido que los adolescentes que no fuman.
¿Qué le sucede a mis pulmones cuando fumo?
Cada vez que tú inhalas humo de cigarro, tu matas algunos de los sacos de aire en tus pulmones, llamados alveolos. Estos sacos de aire es donde el oxígeno que tú respiras es llevado hacia la sangre. Los alveolos no vuelven a crecer. Así es que cuando los destruyes, también destruyes permanentemente una parte de tus pulmones.

Esto significa que batallarás en actividades donde la respiración es importante, como deportes, baile o canto.

Fumar paraliza los cilios que se alinean en tus pulmones. Los cilios son pequeñas estructuras como vello que se mueven hacia adelante y hacia atrás para barrer las partículas fuera de tus pulmones. Cuando fumas, los cilios no pueden moverse y no pueden realizar su trabajo. Por lo tanto, el polvo, el polen y otras cosas que inhalas se asientan en tus pulmones y se acumulan. Además, hay muchas partículas en el humo que van hacia tus pulmones.

Dado que tus cilios están paralizados debido al humo y no pueden limpiar tus pulmones, las partículas se asientan en tus pulmones y forman sarro.