Parece que las cosas no están saliendo tal como se creía, no sólo para el gobierno en turno, si no también para los perplejos diputados perredistas, que politizan hasta un estornudo. Ahora resulta que luego del conflicto de poner a otro procurador de justicia, se suscita un hecho que la verdad hasta mucho se había demorado, y es la muerte con arma de fuego de dos internos del Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco (CRESET), esto tuvo consecuencias, pues tal parece los actuales periodistas y los políticos estos modernos, ahora se asustan por lo sucedido, cuando en el CRESET, es más que sabido por los informes de los familiares de este lugar que la corrupción impera y que la seguridad de las personas depende del dinero y de las “buenas relaciones”.
Pero bueno, lo escandaloso de este suceso es que debido a la voracidad de los acontecimientos, ya empiezan a escucharse entre los chiribitales el nombre de Gregorio, pues los perredistas que tanto lo aprecian, lo quieren para procurador, aunque dicen sus ex seguidores que lo mejor sería verlo en el CRESET, claro está que como director del penal, no como uno de los recluidos, esperemos se tome una decisión sabia, pues ya que quieren una persona como carne de cañón, puede ser, dicen los ignorantes, Manuelito Andrade o de perdido un tal Homero T. familiar dicen de Felipe el presidente de la República, aunque de corpulencia se trata pueden poner al presidente municipal de Paraíso, o de perdido a Oscarito Rosado, quien dicen aprendió mucho de pillos ahora que estuvo en el D.F., bueno insisto pues yo no soy chismoso, eso dicen.
Para estudiar hay que ser millonario o político
Mi gente de Tabasco, está de testigo, de lo que arriba subtitule, y es que la verdad, la cosa ta’ dura, y encima de la dureza se pone peluda, pues si contrabajo gana uno para comprar la comida diaria, ahora el aumento en los útiles escolares, es el dolor de cabeza de cada inicio de año.
Para un humilde periodista como el que esta columna escribe, es casi melancólico e imposible realizar las compras de temporada, a pesar de que el gobierno regala ciertos accesorios, no hay para donde hacerse, sin embargo los políticos, los asalariados por el Dios Chayote, van y vienen paseándose por los comercios, con 5 o 6 mochilas de Dragon Boll, que llevan a sus hijos y a sus otros hijos que tienen disperso la mayoría por la chontalpa, en donde dicen la mujer aparte de inteligente, es hermosa.
Mientras tanto amigo lector, tratemos de pasar este marasmo colectivo, y sigamos reciclando las libretas y los cuadernos del año pasado, remendemos los zapatos con estoicismo y replantiemos nuestra visión política, nuestra civilidad ortodoxa, que sólo ha dejado más políticos millonarios y menos periodistas valientes.
Tabasco Hoy y Presente, ya me aburren
Anrés Granier, me recuerda a Salvador Neme, y de eso luego hablaré en otra ocasión, sin embargo empecé por Neme, pues fue el año fructífero del Tabasco Hoy y eso no lo pueden negar, pues siempre han vivido del gobierno y con el gobierno, en una tertulia, que en sus tiempos hizo también el finado Sibilla, y que hoy el hijo más o menos, reitero más o menos pluralizo.
Hoy lo mismo pasa entre el Presente y Granier, sólo que existen intereses encontrados, pues Oscarchuchis Cantón, es también político, es decir es juez y parte y sus intereses de años se vinieron a bajo por sus actos y su indisciplina, sin embargo es una lástima, es reprobable, ver como hacen del periodismo un cochinero, no existe una luz de sensatez, es más yo creo que posiblemente hasta en resistencia civil están.
Pero siempre si es lamentable, que los periódicos que se jactan de grandes, de mejores, no pongan un ejemplo si no de lo contrario, a veces uno que es un pendejo, se pregunta, Diosito lindo, santo, hermoso, chulo, por qué, explícame por favor, por qué diablos ponen en manos de unos orangutanes la responsabilidad de informar, y no sólo eso inclusive el dinero para una guerra que desde hace como un año dejó de ser sucia, y se volvió mierda. Es más para mi deberían mandar a Miguel al Creset y a un tal Cobo a la PGJ.
