viernes, 15 de diciembre de 2006

Analisis

Político pobre, Pobre diablo
Lic. Román Jiménez García


No cabe duda que la política hoy en día es para los millonarios, los gastos que estos supuestos estadistas realizan para ganar las elecciones son escandalosos, estratosféricos e ilógicos, en pocas palabras es una mentada de madre (con todo respeto) para la gente pobre.
Así también nos hace pensar en la ingratitud y lo contradictorio de los discursos políticos, pues la retórica esconde en algunos, el ambicioso que llevan dentro.
Es una aberrante mentira decir que en busca de ayudar a la gente los políticos escalan peldaños. Hoy y lo hemos comprobado más de una vez, no hay quien muera porque otro viva, y si dan un paso, tiene que ser con guarache.
Eminentes realidades que dibujan bien al político actual. Sin embargo dentro de las clases políticas existen diferencias, abismales, enormes; el elitismo, los niveles, los reyes, los virreyes, los príncipes, las clases medias, y las clases altas, los de arribas, y los de a bajos, los impuros, los puros, sólo son sinónimos que en la política MEXICANA SON BIEN CONOCIDOS, identificados por el común de la gente.
Es pues que en este siglo XXI una persona de grandes ideas pero de escasos recursos económicos nunca podrá escalar o posicionarse en la política nacional. Los intereses se anteponen ante la labor de servicio.
Pero desmenucemos el tema. Político mediocre, es aquel que no tiene una cuenta importante en el Banco o en su caso no es un mujeriego empedernido, o ya por último un macho cabrío en toda la extensión de la palabras.
Pero cuál es el futuro del político sin recursos, qué herramientas puede utilizar para contrarrestar a los caciques de los partidos, cómo pelear contra los herederos o Júnior políticos.
Vayámonos despacio.
PRIMERO.- Tenemos que saber que mientras más dinero tiene el político más torpe e insensible se vuelve. De tal manera, tiene que juntarse con personas preparadas que le den un panorama diferente de lo que es la vida mundana. ahí también entran a formar parte dentro de este ciclo de amistades quienes por la a cercanía con el pueblo son el cordón umbilical entre gobierno y aldea: los llamados periodistas.
SEGUNDO.- Tiene que quedar claro que el dinero no compra credibilidad carisma, presencia, aceptación, honradez, dignidad, democracia y factores de mucha importancia en los valores del ser humano. Por lo tanto esto se tiene que ganar a producto de gallina.
TERCERO.- Por supuesto que el dinero puede comprar conciencias (aunque todo esto está todavía dudoso), sin embargo, no cambia la situación de la persona que se vende, sino todo lo contrario hace de la democracia una cadena alimenticia en donde el animal grande devora al animal pequeño.
De tal manera y como usted lo ha podido leer en este humilde análisis los millonarios tienen ciertos obstáculos para penetrar en el gusto del popular. Ahí se abre un enorme sendero por donde hay que caminar creativa, e inteligentemente.
La astucia es un atributo que pocos políticos tienen. Aquí tengo que ser responsable de mis palabras y de la misma manera a usted querido lector tengo que explicarle que la astucia en la pobreza es una virtud que pocos tienen, a lo que voy, es que existen aves que cruzan el pantano y no se mancha. Un ejemplo de astucia puede ser o es Benito Juárez García, otro ejemplo en la actualidad Lic. Roberto Madrazo, Andrés Manuel López Obrador y hasta el mismo presidente municipal Lic. Gregorio Arias Pérez.
Claro está que tanto Roberto como Andrés Manuel lograron a través de su astucia, estrategia, liderazgo, penetrar las barreras de sus infranqueables partidos el ¿por qué no ganaron? es una muestra fehaciente de que el dinero no lo puede todo.
Pero el poder genera más poder “más no interminable” como fue el caso de Felipe Calderon Hinojosa.
Por el lado, Gregorio Arias un presidente municipal que viene de la ranchería Pino Suárez trabajador desde pequeño, luchador insaciable, y buen catador de carnes frescas, por haber sido carnicero.
Para llegar a la presidencia municipal tuvo que hacer algunos sacrificios que algunos políticos no están dispuestos (por lo menos fue el caso de Somellera y Camero) a realizar, pero su ascenso fue a base de estrategias, liderazgo, simpatía, sagacidad y de astucia.
Por otro lado hay dirigentes políticos, que también viene de abajo, pero que no tienen una visión ni mucho menos una convicción por lo que se entregan descarados, humillantes y masoquistas ante la sádica caricia de la sombra de los poderosos. Es decir, se entregan cual suripantas a la embriagues de lo que nunca han tenido.
De tal manera, hoy quien no tenga dinero, y quiera ser político, no corre suerte en un mundo capitalista como el que ostenta el PRI, el PRD y el PAN.
Por eso es que vemos cada aberraciones de políticos. Bueno se ha dado el caso (me han dicho, yo no sé de cierto) que hay personas que sin preparación alguna, con la pura secundaria o primaria, ganan elecciones y hay quienes sin conocer siquiera el abecedario se vuelven o el mismo pueblo los vuelve diputados locales o federales.
Por lo tanto no esta de más, el título que mi editor colocó a mi artículo y que yo mismo razoné, sencillo y carismático y guapo como dice el presidente.
Hoy en día la política es para millonarios del tamaño de Oscar Cacep, de Laurence Rodríguez Torruco, de Enrique Jackson, Andrés Manuel López Obrador, Emilio Azcarraga, el doctor Antonio Ocampo, Doctor Simil o algunos periodistas de la magnitud económica de Mario Ibarra o ya por último Saúl Pérez Galicia y si usted me lo permite, Juan Carlos Castillejos.
Es por ello que la realidad es cruel y burguesa, y ya no digamos la sociedad. Político Pobre, Pobre Diablo. Nos vemos.