domingo, 16 de enero de 2011

Don Vicente se enfrentó con pistoleros en Durango, sin embargo no fue aplaudido como Don Alejo

 
El domingo 26 de diciembre del 2010 quedará grabado en las mentes de los habitantes de Tierras Coloradas, quienes pudieron tener  su propio héroe.

Vicente Cabada, habitante de la pequeña localidad perteneciente a El Mezquital, Durango, dio su vida al defender a la gente, esto cuando un grupo de 10 pistoleros entró al sitio.

Los sicarios intentaban saquear las 37 casas que existen en la comunidad, cuando Don Vicente se enfrentó a balazos, pudo acribillar a uno de los delincuentes, sin embargó fue asesinado por el resto del grupo, para después huir.

A los días de los hechos, el comando armado regresó con refuerzos al lugar y causaron terror, testigos señalan que eran aproximadamente 60 sujetos.

Prendieron fuego a 37 casas, 27 automóviles, destruyeron dos escuelas, junto con el centro de salud.

Don Alejo se convirtió en héroe por defender su rancho.

Con todo lo malo habían tenido un verdadero héroe, pero Don Vicente no era de tez blanca, ni era empresario, no tenía dinero, solo era conocido como un hombre trabajador en su comunidad, era un indígena, y el foco nacional de la prensa no se hizo presente, como lo fue con el caso de Don Alejo, quien defendió hasta la muerte su rancho en el estado de Tamaulipas.

Tampoco fue importante para las autoridades del estado de Durango, ya que Ramiro Ortiz, fiscal general, señaló que el hombre solo había muerto en una balacera, quitándole cualquier merito.

Habitantes de El Mezquital abandonaron sus tierras.

Mientras que los habitantes de los municipios de El Mezquital y Pueblo Nuevo, decidieron abandonar sus tierras, por miedo a los terribles actos violentos que realizan integrantes de diversas organizaciones delictivas.

Faustino Flores, presidente municipal de El Mezquital, señaló que las personas se defienden con sus propias armas, porque saben que el gobierno no los va a ayudar, “Defender lo suyo a como puedan”, comentando el caso de Don Vicente.

Para algunos, el valor de Don Alejo y de Don Vicente es de aplaudirse, debido a que la violencia a rebasado a las autoridades de algunos estados de la República Mexicana, el enfrentarse a los criminales es, tal vez algo que en un futuro sea común, ya que la incapacidad del gobierno no deja otra salida.