Zito Cuevas
Los tiempos de lluvias en Tabasco están más cerca, sin embargo, la Comisión Nacional del Agua no ha terminado con las obras del tan mencionado Plan Hídrico, e incluso se maneja la posibilidad de que el titular José Luis Luegue Tamargo declare obras desiertas, a pesar de que existe un presupuesto por más de 1,600 millones de pesos disponible, que por supuesto ha sido desviado por la dependencia.
El gobernador Andrés Granier Melo ha exigido a la CONAGUA y al presidente Calderón pronta solución al problema, pues las lluvias han comenzado a mermar la capacidad de las presas y existe una amplia posibilidad de experimentar otra inundación como en 2007.
Las autoridades federales se han olvidado de Tabasco, y están utilizando como pretexto la tragedia de Nuevo León para deslindarse de su responsabilidad para con nuestro estado. A pesar de todo, el químico Granier está haciendo hasta lo imposible para que el gobierno de Felipe Calderón actúe con seriedad. A todas luces se puede ver que los recursos destinados han sido utilizados para otros fines ajenos a la seguridad del edén mexicano, quizá para apoyar campañas partidistas y lograr que el PAN siga ocupando espacios políticos que ya no le corresponden. La situación se está tornando delicada, y mientras la CONAGUA sigue fingiendo que le interesan las obras del Plan Hídrico, algunas colonias y comunidades ya están viviendo en carne propia la irresponsabilidad de la dependencia federal, pues en los poblados Aztlán y José López Portillo miles de hectáreas están inundadas, luego que la Comisión Nacional del Agua abriera un canal en la comunidad de Tintillo y Guanal para evitar que el río Grijalva se desbordara en zonas habitadas. La mala planeación ha dejado pérdidas en 5 mil espacios de cultivo y no ha existido alguna respuesta favorable, pues campesinos son ignorados en las oficinas correspondientes a la delegación Tabasco.
El terror ha comenzado a invadir a pobladores de zonas bajas, pues la temporada de lluvias se ha adelantado y el panorama no luce esperanzador, y es que se espera que las precipitaciones pluviales estén por encima de su media normal, por lo que es urgente que se terminen las obras. Aún así, no dudamos que Andrés Granier Melo, fiel a su política conciliadora, haga todo lo que esté en sus manos para evitar una nueva inundación. Ya existen varios proyectos de protección que serán aplicados en breve por el mandatario, que está muy atento a la situación y de ser necesario se actuará para evacuar a habitantes de Casa Blanca y Gaviotas, a fin de que no sufran riesgos. Así las cosas, Tabasco está en riesgo y la CONAGUA simplemente a las órdenes de intereses mezquinos de un presidente panista que no ha sabido gobernar a la nación y su figura cada vez está más cerca de la descalificación y el repudio.
