lunes, 22 de junio de 2009

Callan la voz del pueblo, solo escuchan el lenguaje del dinero

"Melanie Thomas" gemenis.estelar@gmail.com
El pueblo de Tabasco, siempre ha sido sabio, y ha sabido poner las cosas en su lugar. Sin embargo, desde hace más de 50 años, han estado bajo el “encanto” de dos generaciones de comunicadores, pertenecientes a una familia, quienes siempre se han sentido los dueños de “la verdad absoluta”, promoviéndose con tirios y troyanos, como los adalides de la libertad de expresión, sin embargo, no son más que mercaderes en los medios de comunicación.
Este clan, busca quedar bien con Díos y con el diablo, siempre y cuando estos, estén dispuestos a satisfacer el hambre de dinero que los ha caracterizado, y que los ha llevado a amasar una copiosa fortuna, basados en su “pluralidad” e “imparcialidad” a la hora de difundir las noticias.
Sin embargo, no son más que unos convenencieros, que lo mismo se dicen amigos de la oposición y “apapachan” a los políticos que se manifiestan contrarios al gobierno estatal en turno. Empero, tienen en “Telereportaje”, al programa radiofónico, con más publicidad gubernamental al aire, la cual es la más cara de la radio en Tabasco.
Se jactan, de que son “críticos” del actual gobernador Andrés Granier Melo, como así lo quisieron hacer notar en una carta difundida por el actual jefe de este clan, el pasado 2 de abril de 2008, en la cual prácticamente, le exigen que se ponga a trabajar.
Si, critican al gobernador, sin embargo no le cuestionan el alto gasto que su administración tiene en materia de publicidad, porque ellos son los principales beneficiarios de ese millonario presupuesto.
Por cierto ¿Han escuchado, cuanta publicidad gubernamental hay en esas emisiones radiofónicas?
Por si lo dudaban nos estamos refiriendo a los hermanos Sibilla Oropeza, herederos del “prestigio” que en un momento construyera su padre, el ahora extinto Jesús Sibilla Zurita, quien aprovechó la popularidad de sus programas, para hacerse de una pingüe fortuna, además de convertirse dos veces en diputado local, bajo la casaca del Partido Revolucionario Institucional.
Si tanto es su deseo de “servir al pueblo”, como tanto pregonan:
- ¿Por qué durante las emisiones de sus programas, no dejan que la voz de la ciudadanía, salga al aire, como se lo permiten a los poderosos?
- ¿Por qué obligan a la gente que quiere expresarse, a que su mensaje sea grabado previamente, y filtrado por ellos mismos?
-¿Por qué la información de políticos de oposición, y todo tipo de críticas en contra del gobierno de Andrés Granier, las limitan y no les dan el espacio suficiente?
-¿Por qué al propio Andrés Granier, si le permiten que esté al aire, cada vez que a éste se le da la gana?
Estas interrogantes, se las hacemos a todo el pueblo de Tabasco, principalmente a todos aquellos ciudadanos, que en repetidas ocasiones, han tratado de hacer oír su voz, a través del noticiero, cuyo lema es “voz de pueblo con lenguaje de pueblo”, en el cual ahora, solo se escucha el lenguaje del dinero.
La doble moral de los hermanos Sibilla Oropeza
Los hermanos Sibilla Oropeza, se creen perfectos, critican todo, dándose golpes de pecho.
Sin embargo, existe una historia negra, que data de los inicios de la relación entre sus padres Jesús Sibilla Zurita y Leticia Oropeza.
Cuentan quienes conocieron a esta pareja, que Sibilla Zurita, no era una “perita en dulce”; todo lo contrario: era un alcohólico, el cual maltrataba seguido a su esposa.
Señoras de la alta sociedad villahermosina, narran que Jesús Sibilla Zurita, no dejaba salir a su esposa, muchas veces ni a visitar a sus familiares, y otras cuentan, que era tan miserable que no le daba dinero, por lo que ellas le regalaban ropa y calzado.
Sin embargo, todo su dinero lo gastaba en alcohol y cigarros (vicio que a la larga, le provocaría la muerte).
Por lo que aquí, cabe otra interrogante:
-¿De dónde sacó Jesús Subilla Zurita, toda la fortuna que le dejó a los hijos, si según él nunca se atrevió a tocar los dineros de la familia de su esposa?
Porque se cuenta, que él usaba su “poder” como comunicador, para presuntamente “ayudar” a la ciudadanía, como lo hacía con aquellos campesinos que tenían problemas con la tenencia de la tierra, a los cuales ofrecía servir de intermediarios con las autoridades, a cambio de porciones grandes de las superficies en litigio.
Los hijos
Pero ahora, vayamos con los hijos:
-¿Por qué no dice la familia, a que se debió el divorcio de su hermana Leticia Sibilla Oropeza, quien estaba casada con el doctor Gerardo Izundegui Ordóñez?
-Cuentan las damas de la alta sociedad tabasqueña, que Gerry Izundegui, dejó a su flamante esposa, porque la encontró en el lecho marital, con quién en esos tiempos era su psicólogo.
-Al enterarse de esto, los hermanos solaparon el divorcio de la pareja, a cambio de que el doctor, no hiciera escándalos.
-Dicen esas mismas damas de la sociedad, que Lety Sibilla, no sólo sigue teniendo amoríos con su psicólogo, sino que tiene varios amantes. Sin embargo, utiliza a sus amigas y sus casas como tapadera, porque ella dice es alérgica a los moteles.
Chuy, el mayor doble cara.
Pero qué dicen del famoso Jesús “Chuy” Sibilla Oropeza, quien no sólo heredó los negocios y los programas de radio de su padre, sino también sus vicios y defectos.
En efecto “Chuy” -al igual que el extinto Jesús Sibilla Zurita-, es un alcohólico empedernido, quien se pasa la mayoría del tiempo consumiendo bebidas embriagantes lo mismo en el bar del Lienzo Charro, que en su propia casa.
Presume de ser fiel, que él no es promiscuo, sin embargo, su triste realidad es otra: es impotente sexualmente.
Por ello, su esposa Angeles lo engaña, cono el mismo psicólogo con el cual se acuesta su hermana Leticia.
Por si fuera poco, Angeles asiste frecuentemente a congresos y convenciones fuera del estado, donde aprovecha para darle vuelo a la hilacha, y desquitarse de la impotencia de su marido.

De Sergio y Emmanuel, nos ocuparemos en próxima entrega.