martes, 23 de junio de 2009

Balance: medios e influenza

EtcéteraLaura Islas Reyes
http://www.etcetera.com.mx/

La emergencia sanitaria que ha vivido el país es uno de los momentos más complicados de su historia. El gobierno reaccionó eficaz ante la contingencia, mientras que los medios prestaron un importante servicio social al mantener informada a la población. Sin embargo, ambos actores fallaron antes. Desde 2003 la Organización Mundial de la Salud (OMS) habían advertido sobre el surgimiento de esta pandemia, incluso la administración anterior previó un plan de contingencia para tal caso, con medidas como la compra de un millón de antivirales. Si ya se sabía de la posible irrupción de una epidemia, ¿por qué en el gobierno no se tomaron medidas preventivas, como la compra de mayor número de medicamentos, capacitación de personal del sector salud, así como destinar más recursos para la investigación? Y en el caso de los medios, ¿por qué en estos cinco años no se han realizado reportajes especiales que sensibilizaran al público sobre el tema? Lo ocurrido evidenció la fragilidad e insuficiencia del sistema de salud en México, así como la falta de interés de los medios, igual que ocurre en otros temas, por ofrecer algo más que notas que den cuenta de la coyuntura. Aunque el país consiguió sortear este episodio, hará falta más que lo hecho hasta ahora para enfrentar los importantes retos que vienen. El principioAl filo de las 23 horas, el secretario de Salud dirige un mensaje a la nación: una nueva cepa del virus de la influenza obliga a suspender las clases en todos los niveles, en escuelas públicas y privadas, del Distrito Federal y el Estado de México. Es el jueves 23 de abril y la alerta epidemiológica es oficialmente declarada. A partir de entonces se pueden escuchar a cada momento las medidas sanitarias para prevenir el contagio de la nueva enfermedad, así como los síntomas que permiten identificarla.El anuncio del secretario José Ángel Córdova Villalobos toma por sorpresa a algunos padres que no se enteran de la suspensión de clases. Las cámaras de los noticieros matutinos siguen los pormenores en las puertas de varios planteles educativos.Los principales diarios nacionales circulan con cabezas casi unánimes: “Suspenden clases” (Reforma); “Paran clases por influenza” (El Universal); “Cancelan clases por influenza” (Milenio Diario); “Paran clases en DF y Edomex por la influenza (La Jornada); “Suspenden clases por epidemia de influenza” (Excélsior).Los medios empiezan así una de sus coberturas más vastas; la alerta epidemiológica que aquejó al país fue la nota principal de todos los noticieros durante poco más de una semana. Puede decirse que durante ese tiempo, éstos cumplieron con la que es su principal función en un momento de crisis –donde estaba en vilo la seguridad nacional–, prestar un servicio social, al difundir constantemente los mensajes y llamados de las autoridades, para evitar el contagio y atender a tiempo la enfermedad.Sin embargo, la tarea de los medios en este episodio no se encuentra exenta de deficiencias. Hay muchas preguntas que aún deben ser respondidas por las autoridades, y que todavía no han sido formuladas por los propios informadores. Reacción a la crisis, los aciertosUna pandemia era esperada. Varios científicos lo advierten desde que en 2003 se registran casos de gripe aviar en Hong Kong y algunos otros países asiáticos.1En su guía “Periodismo preventivo y cobertura de situaciones de riesgo”, centrada en el caso de la gripe aviar, la Agencia de Noticias por los Derechos de la Infancia (ANDI) y la UNICEF mencionan que: “el periodismo de peligro/crisis tiene por importante misión el informar a la sociedad de una manera equilibrada, evitando sensacionalismos que pueden dar lugar a pánico”. (…)Foto: Cuartoscuro/Amaranta Prieto “Ante un escenario de peligro o de crisis, el gran desafío consiste en conciliar la rapidez con la calidad de la noticia. Mantener la confianza de la población con relación a las noticias transmitidas por la prensa es fundamental en estas ocasiones”.En ese sentido puede decirse que los medios mexicanos cumplieron. Durante estas semanas, hay poco espacio para rumores y especulaciones sensacionalistas, que tuvieron su principal forma de difusión a través de Internet. Los bulos que convivieron en la red, principalmente a través de cadenas de correo electrónico y blogs, hablan sobre todo tipo de teorías conspiratorias acerca de la procedencia y desarrollo del nuevo virus. La mayoría de ellas apuntando hacia una confabulación mundial para reactivar la economía, a partir de “brindar apoyo” a la industria farmacéutica, o como una medida distractora del gobierno mexicano y estadounidense, o también como un atentado bioterrorista, entre muchas otras.Este tipo de especies no tiene eco en el resto de los medios. Al contrario, abunda más bien, tanto en impresos como en electrónicos, la información necesaria para prevenir y atender a tiempo la enfermedad. Los reportes de las autoridades son difundidos con puntualidad y son muchos los médicos, especialistas, funcionarios, que son entrevistados para apuntalar los datos. Un monitoreo a través de Medialog muestra que del 23 de abril al 15 de mayo se realizan más de mil 700 entrevistas (telefónicas, en locación o estudio) en todas las radiodifusoras y canales de televisión abierta y algunos de sistema de paga (Milenio TV y CNN) sobre el tema, comprendiendo todas sus aristas: la suspensión de clases, el aspecto laboral, económico… En ese mismo periodo, el secretario de Salud da más de 20 conferencias de prensa y 30 entrevistas con los medios.Las páginas Web de los principales diarios dan una cobertura puntual a toda la información; sobresalen al respecto El Universal online y Reforma.com, el primero con un gráfico animado que lo mismo incluye las medidas para evitar contagios, los síntomas, las diferencias entre una gripe común e influenza, que instrucciones para elaborar un cubrebocas o gel antibacterial. En Reforma, a pesar de ser un portal con contenidos de pago, la información relacionada con la epidemia es de acceso libre.