Desgraciadamente hace más de tres décadas dijimos en este mismo periódico que es Defensor Único de los Intereses del Pueblo, que la situación dé mexicano como que se ve un poco escabrosa,
peor para aquellos que casi nada tienen, dijéramos el rico día a día se pone más rico y el pobre día a día se ve más pobre y hoy podemos comprobar esto, porque a través del tiempo venimos viendo que de seguir así las cosas va a llegar el día en que el pobre no tenga ni para un mendrugo de pan que alimente su paupérrimo cuerpo, pues si usted es un poco meticuloso y compara los precios con los artículos de primera necesidad que es con la que vive el pobre jornalero, el campesino, el obrero, se dará cuenta que todo ha subido vertiginosamente, dijéramos el azúcar, arroz, frijol, pollos, carne, y ya para darnos el golpe de muerte le suben a la tortilla entre de 10 y 12 pesos el kilo, ya no digamos el gas doméstico, el aceite y otras cosas más de primera necesidad al grado que ya de plano no ven con la que pierde la gente pobre.Ahora bien se puede pensar que algo está sucediendo en el capitalismo actual y que el rico como decíamos quiere ser más rico para acabar de una vez con los que medio tienen y les voy a decir porqué. Ahí tienen ustedes a los grandes negocios que los gobiernos permiten que abran sus puertas en los estados así como en las cabeceras municipales, negocios tan grandes, que francamente el que tiene un timbiriche cerquita lo tiene que cerrar, pues es imposible que se ponga al tu con tu con ese capital tan fuerte y no nadamás él todas las demás tienditas o tiendas que existen tienen que hacer lo mismo, porque estos empresarios aparte de hacer tanta publicidad a lo que venden ya que son negocios grandísimos la gente acude a ellos y como novedad les consume y ya no piden rebaja como lo hacían en las otras tienditas.
Figúrese, en esos negocios grandísimos que existen en la capital del estado como en los municipios, para no ir tan lejos dan la tortilla a seis y siete pesos el kilo y en todas las demás tortillerías morraleras que hay en el municipio y en la capital del estado, pues la están dando a 10 o 12 pesos porque precisamente por ser tan chicas no pueden comprar mucha maseca y maíz, como lo hacen diríamos o le pondremos monopolistas.
Está muy claro que en este caso aunque es verdad que abaratan la vida según usted lo quiera entender, pero por otro lado están acabando con las empresas chicas y con los empleados que éstos tenían, no hay derecho. En que cree usted que termine todo, en que empezaremos a ver que cierran los negocios chicos y se sigue dejando que esos grandes negocios que vienen de fuera, lógicamente a que se sigan haciendo millonarios.
Usted haga sus conclusiones. .
