Román Jiménez García
Luego de lo ocurrido en el tercer distrito federal, en donde los santones y “estadistas” del PRI, y reitero lo dicho, en donde los santones y “estadistas” del PRI cedieran la diputación federal del tercer distrito a Nueva Alianza. Empezaron las descalificaciones de ciertos priístas en contra del Profesor Pedro Rodríguez Falconi, un acto para mi burdo y poco ortodoxo por venir de quien parece o se percibe viene.
En Primer Lugar tiene que quedar claro que el mejor posicionado en Nueva Alianza es el profesor Pedro Rodríguez Falconi.
En Segundo Lugar. Dicho tercer distrito fue cedido por el PRI a Nueva Alianza debido a que en las justas federales del 2006 y 2009 no se ha visto un triunfo favorable al PRI, por lo mismo insisto, pues creo no queda claro, el mismo partido viendo que no se gana, pues se lo regalan como mal negocio a Nueva Alianza.
En Tercer Lugar. Por si queda duda. Las Alianzas vienen amarradas nacionalmente, y en dichas tomas de decisiones, mandan las cifras, y las bien o mal intencionadas negociaciones.
En Cuarto Lugar. El descrédito del que está siendo objeto Pedro Rodríguez Falconi, es un mal enfoque consciente, porque existen hasta amigos priístas que se pierden en un fanatismo sin sentido. Por lo que creo en lugar de realizar una guerra sucia en contra de Pedro, deberían comportarse y exigir con la misma fuerza, y determinación la actitud asumida por quienes optaron por ceder el distrito federal. Pero es obvio que tontos no son, pues encarar al gobernador, al PRI estatal, nacional, y demás intereses no es tan conveniente como sí lo es al candidato de nueva alianza a la diputación federal.
En Quinto Lugar. Nadie le ha quitado nada a nadie, pues las candidaturas no tienen dueño, lo cierto sí, es que a Goyo Arias no se le respaldo en su trabajo y su posición y disposición para con su militancia y para con el partido. Pero hay personas dentro del PRI que creen que le pasaron la factura, una factura por demás infame.
En Sexto Lugar. Me da temor decirlo, pues se que lo menciono en un momento crucial de la polaca en Tabasco y en especial mención Comalcalco, pero se extraña en demasía la entereza y el verdadero sentido político de ayer, pues hoy sólo vemos un amontonamiento de miedo, que disfrazan en aspiraciones y en proyectos que solo buscan el hueso, el subsistir 3 o 6 años, sin importarles amistades, compadrazgos, cuestiones familiares o simplemente que todos somos de Comalcalco, el viejo proverbio de el fin justifica los medios hoy hacen ver mal a quienes buscan llegar a producto de gallina.
En Séptimo Lugar. La política es de tiempo y circunstancias, y hoy más que nunca aplica, aplica y sigue aplicando. Me aplicara, jajaja.
Es pues amigos y amigas priístas, si se tiene que buscar la razón de lo que hoy ocurre seamos congruentes, pues la derrota duele, pero es más dolorosa cuando se expone a la ignorancia y al maniqueísmo de los sentimientos.
Por otro lado esos héroes que hoy quieren aparecer como los grandes protagonistas de la polaca, deben ser menos ególatras y más humildes y no hablo de Goyo, sino más bien de quienes quieren hacer de esto leña del árbol caído. Pues, seles olvida o les conviene olvidar que quien tiene la última palabra en esta situación que se vive, es el pueblo, repito, amigos del PRI, la última palabra la tiene el pueblo, no el político, no el periodista, no el presidente, no el gobernador, sino el pueblo. Por lo mismo seamos sabios y esperemos la reacción de los votantes en estas próximas elecciones, obviamente esto no implica que dejemos de luchar, pero sí que aprendamos a definir nuestras posturas, y nuestra batalla, que seamos congruentes, pues la lucha es con el partido no en contra del mismo.
Por el lado de Pedro Rodríguez no encuentro razón para en estos momentos tratar de hacer una cacería de brujas, menos si el profesor escasea de culpa alguna, al contrario pendejo y un gran pendejo, seria si no aprovecha esta oportunidad que le brinda la política. Y como bien lo dicta el dicho cada quien habla como le va en la fiesta. Yo por lo pronto me sigo divirtiendo. Pero no sé, si voy bien o me regreso.
