jueves, 15 de diciembre de 2011

El folklore de José María Arguedas


 
Juan Mauricio Muñoz 
José María Arguedas es recordado por ser aquel autor autoctonista que nos hizo vibrar con sus obras literarias como “Todas las Sangres”, “Agua”, “El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo”. Sin embargo, a pesar de ser un autor excepcional (muchos consideramos que es mejor que Vargas Llosa), hay algo que ha sido poco difundido sobre el autor andahuaylino: la difusión del folklore andino en Lima.
La prerrogativa empieza desde la palabra de cómo se escribía la palabra folklore con “c” o con “k”. El “Amauta” como se le conoce al escritor, solucionaba el problema aduciendo que la palabra se escribe con “k”, y que por ser quechuahablante, escribirlo con “c” sería un insulto para los indígenas. Aunque muchos críticos y catedráticos lo contradijeron, incluso desprestigiando las palabras de Arguedas por ser un etnólogo, el escritor se mantuvo firme en su posición. Así podemos ver la palabra escrita como “folklore” en todas sus obras.
Otra de los haberes muy poco difundidos entre los limeños, es que José María Arguedas, fue uno de los primeros precursores en intentar poner la música andina en las radios de la capital. Si bien en un primer momento fracasó, después de unos años lo logró gracias a las influencias que mantenía con algunos amigos, ingresar la música andina a las radios. Esto fue hecho de renombre porque los limeños costumbristas y apartados de la tradición quechuahablante no se permitieron gozar de esta música y más bien la denigraron. Pero esa música no iba a dirigido a ellos, sino exclusivamente a los personajes de la sierra que migraron a la capital por un mejor futuro.
El poeta Bernardo Rafael Álvarez, gestor de eventos y tertulias a favor de que se declarase el año 2011 como el año del “Centenario del nacimiento de José María Arguedas”, negada por el gobierno del ex presidente Alan García, resaltó que “si no fuera por el Amauta hoy no tuviéramos radios exclusivas dedicadas a la música andina, y los conciertos que se realizan en grandes locales de la Carretera Central, tampoco existirían, a Arguedas aparte de ser un escritor, era un difusor cultural de la música andina. El resultado lo vemos ahora con conciertos en Lima abarrotados de personas que provienen de la sierra, o son hijos de migrantes serranos que se establecieron en Lima y escucharon la música de sus descendientes desde pequeños”.
En efecto, Arguedas desde  que obtuvo un puesto en la sección de folklore y artes populares  del Ministerio de Educación y luego como director de la Casa de la Cultura, siempre estuvo ligado al bienestar del folklore peruano.
La estudiosa de la obra y vida de Arguedas, Carmen María Pinilla expresó que “cuando Arguedas estaba como director de la Casa de la Cultura, no era una persona que se quedara en su despacho, él quería que el folklore evolucione en Lima, porque sabía que había muchos migrantes de la sierra. Por eso organizaba conciertos andinos, donde ahora asisten un sinfín de personas. Arguedas siempre creía que era la única forma de unificar “todas las sangres” era a través del folklore. Por eso hoy conocemos al violinista Máximo Damián y al charanguista Jaime Guardia, asiduos participantes en estos conciertos”.
El violinista costumbrista lo ha declarado al Tayta Arguedas como su descubridor. En una reciente entrevista al diario “El Peruano”, el violinista consideró al Amauta como un padre para él. “La presencia de José María Arguedas fue importante. Fue como un padre para mí. El se enteró que yo tocaba el violín y me contrataba para animar cumpleaños, matrimonios, fiestas costumbristas”.
Se considera que José María Arguedas es un gran escritor, pero él consideraba que este no era su verdadero logro. “Muchos consideran que mi mayor logro es ser escritor. Pero no. Mi mayor logro es haber introducido la música andina a las radios”. Y el pueblo andino radicado en Lima se lo agradece.