martes, 20 de abril de 2010

Salario de maestros ¿A la medida?...

Zito Cuevas


El incremento concedido a los trabajadores de la educación de 4.9 por ciento en salarios y 1.5 en otras compensaciones ha generado cierta molestia entre algunos sectores sociales, dadas las condiciones de marginación educativa con la que se vive en nuestro país, y esto se refleja con la prueba Enlace, en la que la mayoría de la población estudiantil salió bastante mal.

Los mentores deben capacitarse conforme los tiempos van avanzando, para evitar el estancamiento en el que se encuentran, pues una gran parte de los estudiantes de primaria y secundaria apenas y saben leer, mucho menos quienes cursan la educación media superior, que simplemente no tienen conocimientos en nada.

Los incrementos al salario no cosa que espanten, si tomamos en cuenta que todo individuo tiene el derecho de crecer, pero ese crecimiento no sólo debe derivar en el sueldo y las compensaciones otorgadas por el gobierno, debe estar respaldada por un trabajo más acorde a lo que el mercado demanda.

Estamos ante un mundo en el que la globalización nos ha encerrado en un núcleo vicioso, del que se es difícil salir, por lo que el conocimiento y la técnica deben estar de la mano de quien asume algún cargo en el mercado laboral, por lo que es altamente necesario contar con una base dentro de la educación.

Pocos son quienes tienen la oportunidad de cursar una carrera, un mal común que nos afecta como país, y es que está comprobado que para que un pueblo crezca se necesita medir el conocimiento de su gente, así si tenemos un pueblo más preparado mayores serán los alcances a nivel social.

Entonces, queremos dejar en claro que la crítica hacia el Magisterio no es por los altos sueldos que devengan, sino ante la mala proporción de éstos con relación a lo que enseñan. Si tenemos a estudiantes que no logran pasar un examen de conocimiento, estamos ante un derroche de recursos que se podrían estar aplicando de mala manera.

Invertir en educación no significa pagar más a los maestros, sino otorgar mejores herramientas a quienes todos los días abarrotan las aulas en busca de conocimiento que se ha quedado en casa o en alguna otra parte.

No podemos compararnos con países más desarrollados en todos los sentidos, pero al menos podemos negociar una buena educación en base a las prestaciones de aquellos que están encargados de brindar los conocimientos. Si tomamos en cuenta que los grandes sueldos otorgados implican mayor compromiso, nos están quedando a deber y de muchas maneras.