lunes, 29 de marzo de 2010

El mejor lugar para vivir

“El futuro que estamos perdiendo”Por Danelia Arias

Leyendo al científico y escritor británico Arthur C. Clarke, me topé hace unos días con una frase de él: “Esta es la primera época que ha prestado mucha atención al futuro, lo cual no deja de ser irónico, ya que tal vez no tengamos ninguno.” Y no pude más que traer a mis pensamientos la amenaza del cambio climático, la cual sin duda, no pertenece a un futuro posible, sino que ya forma parte de nuestro presente, nos hemos enfrentado a olas de calor, inundaciones, sequías, descongelamiento de los glaciares, aumento del nivel del mar, blanqueo de los bancos de coral y escasez de agua, entre otros.

Las imágenes han sido vívidas en todo el mundo, juntos contemplamos desprenderse del glaciar Mertz en el Este de la Antártida una masa de hielo del tamaño de Luxemburgo (2500 km2), observamos a Washington recuperarse de la peor nevada de su historia, vimos a Francia, España, Alemania y Portugal llorar a los muertos que dejara la tormenta Xynthia, presenciamos incrédulos un México erosionado y con un 77% del territorio seco debido a la sobreexplotación del agua (según informes de la Universidad de Chapingo) y seguimos de cerca la situación de los 3.6 millones de afectados que dejó el ciclón Aila sobre Bangladesh y la India.

Pero lo más grave de todo, es que ni siquiera hemos tomado conciencia y no nos interesa en lo más mínimo hacerlo. Bien dicen que cada sociedad tiene el gobierno que merece, por eso nuestras autoridades federales, estatales y municipales, no han creado políticas, ni programas para mitigar la problemática del cambio climático. Por eso, saber que las obras de dragado de PEMEX en el sistema lagunar tabasqueño de El Carmen-Machona-Pajonal han afectado 80,000 hectáreas de tierras agrícolas y ganaderas con efectos severos de salinización, no es importante para nosotros. Para nuestra sociedad, lo que importa es que el gobierno estatal pierda su tiempo construyendo bardas en el malecón de Villahermosa y dándoles casitas en zonas “seguras” a las personas que viven en Casablanca; ¡Que más da que el uso de combustibles fósiles sea el que mayor impacto tenga sobre el clima amenazando el bienestar y el desarrollo sostenible de la sociedad! Si las reservas de petróleo se están acabando lentamente y si la economía tabasqueña esté sustentada en la industria petrolera, nos da igual. Si es imperante apostarle a la creación de energías renovables por cuestiones ambientales y económicas, eso no nos importa ¡Total!

Nuestro país se encuentra ante una oportunidad única para desarrollar fuentes de energía alternativas al petróleo, aprovechando al máximo el potencial eólico, solar, geotérmico y de bioenergéticos que tiene México para generar electricidad, calor o refrigeración. Y cómo estado y cómo municipio me pregunto, ¿Qué estamos haciendo? Volteó a ver a otros estados del país y agradezco grandemente a Marcelo Ebrard con su programa EcoBici, que aunque creo será un triste intento de sistema de transporte urbano individual de la Ciudad de México, tengo fe en que podré equivocarme y el programa pueda funcionar. Volteo a ver a Chiapas y admiro infinitamente a Juan Sabines quien sin mayor alboroto apoya la utilización de biodisel y a partir de enero de este año, comienzan a circular en Tuxtla 71 autobuses movidos por el aceite que se produce de “jatropha” o piñón, abaratando con esto el pasaje chiapaneco en un 20% y favoreciendo a los campesinos que han cambiado sus cultivos a la “jatropha”. De esas soluciones estamos hablando, de medidas sustentables que nos permitan parar las emisiones de gases, ser responsables de nuestros actos, dejar de dañar el planeta y atenuar el cambio climático.

Pero si en materia de transporte hablamos, felicitémonos por nuestra “modernización del transporte público”, aún cuando no entiendo qué tiene el TransBus de Moderno: tenemos un transporte más organizado sin duda alguna, pero eso no implica modernidad, no aporta nada de tecnología verde, y además de todo incrementó el pasaje en un 27% en dos años. Pensemos un poco en lo que estamos haciendo y en el futuro que estamos perdiendo. Y finalizo diciendo: “Y volteó a ver a Tabasco y me queda un amargo sabor de boca al ver a Granier y revisar que en materia ambiental, no hemos hecho absolutamente nada.”