Román Jiménez García
En Tabasco no hay alto alguno que pare a la desbandada de aspirantes, y lo peor es que la gran mayoría que quiere llegar a sus respectivas alcaldías están sumergidas en el erario, un absurdo que costará caro para el 2012.
El desorden se deja ver y sentir a nivel estatal, y por lógica se desborda hacia los municipios, y es tan grande este desorden de suspirantes, que ya empiezan a tropezar las obras municipales y estatales, a tal punto que el gobierno y la alcaldía pasan a segundo lugar.
A mi parecer, creo es necesaria la renuncia de quienes quieran seguir dando lata para el 2012, pero también tiene que existir coherencia en quienes son las autoridades máximas en los municipios del Estado, pues lo que viene es un momento histórico, por ello conlleva una gran responsabilidad, que si no se asume, daña tanto al partido, como al mismo presidente.
No se puede andar experimentando formulas que no han funcionado, se tiene que estar a la altura de la justa, pues la coherencia es algo que ha escaseado en los alcaldes priístas y perredistas, que siguen sin hacer nada.
Ojala y por el bien de Tabasco se pongan a trabajar y se dejen de estar siguiendo sus bajos instintos, pues esos que andan adelantados, están enterrando ayuntamientos y autoridades.
En Tabasco no hay alto alguno que pare a la desbandada de aspirantes, y lo peor es que la gran mayoría que quiere llegar a sus respectivas alcaldías están sumergidas en el erario, un absurdo que costará caro para el 2012.
El desorden se deja ver y sentir a nivel estatal, y por lógica se desborda hacia los municipios, y es tan grande este desorden de suspirantes, que ya empiezan a tropezar las obras municipales y estatales, a tal punto que el gobierno y la alcaldía pasan a segundo lugar.
A mi parecer, creo es necesaria la renuncia de quienes quieran seguir dando lata para el 2012, pero también tiene que existir coherencia en quienes son las autoridades máximas en los municipios del Estado, pues lo que viene es un momento histórico, por ello conlleva una gran responsabilidad, que si no se asume, daña tanto al partido, como al mismo presidente.
No se puede andar experimentando formulas que no han funcionado, se tiene que estar a la altura de la justa, pues la coherencia es algo que ha escaseado en los alcaldes priístas y perredistas, que siguen sin hacer nada.
Ojala y por el bien de Tabasco se pongan a trabajar y se dejen de estar siguiendo sus bajos instintos, pues esos que andan adelantados, están enterrando ayuntamientos y autoridades.
