Juan Mauricio Muñoz*
Corresponsal de Perú
Desde una visión extranjera, creo que puedo opinar sobre lo que está sucediendo en México. México acaba de celebrar su bicentenario a todas luces, su Grito de la Libertad. Pero este grito se ha visto ahogado por una violencia férrea que cohabita en el país azteca. Están sumidos en una lucha contra el narcotráfico, la violencia en las calles y la pobreza.
Por ejemplo, Ciudad de Juárez y sus miles de víctimas en el anonimato, es considerada la frontera más violenta del país, y donde han perecido más de 6.500 personas, en su mayoría mujeres. O, el efecto “Mara Salvatrucha”, la pandilla más organizada y sangrienta de hispanos en Centroamérica y Norteamérica (sin incluir Cánada que es considerado un país demasiado tranquilo). Y ni que decir del narcotráfico que gobierna casi todo el territorio mexicano, y es común ver asesinatos o degollaciones diarias en la prensa nacional (e internacional). Tal vez, pueda ahondar en otros aspectos que aquejan al hermano país, pero creo que con estos ejemplos mencionados es suficiente.
Entonces, ¿dónde quedó el Grito de Libertad? ¿dónde quedaron los próceres de la Independencia Mexicana como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez que ofrecieron su vida por ese Grito? ¿O es que ya se olvidaron que México es un país tradicional, de pura cepa luchadora y constante? Pareciera que hubieran borrado de la memoria los hechos históricos.
Se debe admitir que México tiene diferentes salidas para contrarrestar algunos de los tantos problemas que lo aquejan como legalizar las drogas, dejando a los cárteles en knock out. O tener un código civil más estricto contra la violencia en las calles. Pero sobre todo, neutralizar a los políticos corruptos que en los países latinoamericanos sobran. Es primordial agarrar al enemigo desde la cabeza, si se logra eso, los mexicanos podrán gritar con libertad su verdadera Independencia.
*Exclusivo para el diario “El Chompipe” de Tabasco, México