Reta periodista a golpes a Aurelio Morales
Román Jiménez García
Ah que cosas con la vida… con la polaca, con la vida social, con los poderes, con Tabasco, con el aguantador Comalcalco.
En la Perla de la Chontalpa, aunque pareciera por momentos que no pasa nada, es quizá, cuando más cosas suceden, y es tan preciso el equilibrio y desequilibrio de las circunstancias, que hasta el pensamiento y la critican se transforman y se vuelven nada, para volver a empezar. Pero en este ir y venir, quedan algunas veces dolores, angustias, odios, rencores o asuntos personales insalvables, a flor de piel y en cualquier momento o cruce de vida, se materializan y dañan, y se llevan entre la ira a más de un buen samaritano.
Por ejemplo el día que Don Lupito, (a) Juicio, celebraba un año más de existencia de su revista, ante la presencia del Contador Aurelio Morales Lázaro, quien actualmente es el director de Finanzas, y quien llegó en representación del Presidente, las circunstancias se dieron, y se pudo constatar que el ser periodista es una gran responsabilidad, que muy pocas personas entienden.
Esto lo digo, porque según comentan amigos que fueron a esa fiesta, quien actúo de una manera reprobable fue el señor Talamante, quien empezó a ofender al Director de Finanzas, y no solo eso, también lo retó a golpes, aun cuando Don Lupe trataba de recobrar el juicio de aquella tarde, tan acalorada.
Lo que más sorprendió a todos, fue la posición de Talamante en contra de Aurelio, y su pasividad con el regidor Julio César Méndez Oliva, quien de igual forma estaba en el lugar, pues para muchos fue planeado para hacer ver mal al presidente, pero debido a su ausencia, la agarraron con el contador Aurelio.
Al final, no se dio el altercado, debido a que el director de finanzas estaba en sus cabales y mejor decidió retirarse para no hacer más grande el problema.
Un servidor conoce a Talamante y a Julio Cesar, regidor de Comalcalco, y puedo asegurar que pudo a ver existido un mal entendido, pero si esta por demás reprochable la actitud asumida por un periodista que ante todo, debe ser consciente que no es a golpes como se demuestra sabiduría, conocimiento, o valor, ni mucho menos se percibe o se demuestra la verdad. El periodismo todavía hoy se tiene que hacer como nos ilustraron los maestros de la vieja escuela... Con el corazón caliente y la cabeza fría.
