lunes, 11 de abril de 2011

¿A dónde nos lleva Alejandro?

Lic. Román Jiménez García
Muchas veces se ha hablado de la posición que ha venido asumiendo el presidente municipal de Comalcalco, no solo entorno a los medios (que tal parece clasifica, como primer mundista, tercer mundista, y los paupérrimos), si no entorno a sus posiciones políticas, junto con sus acciones dentro y fuera de la esfera administrativa.
Creo hay puntos a favor y en contra, y a pesar de lo que ha realizado siguen cobrando factura los errores del  inicio del trienio.
Pero vayamos poco a poco, empecemos por mencionar la falta de experiencia en algunos sectores de la administración, aunado a la del partido, veamos de cerca el caminar de quienes aspiran y volvamos a repasar lo que dice el librito no editado de la política. ”Quien esté en una administración, nunca serán bien visto para un puesto de elección”, un ejemplo nítido, es y fue Oscar Rosado.
Esto causa extrañeza pues según comentan algunas personas que se han mostrado a favor y en contra del alcalde, es que el presidente se deja llevar por el chisme, cosa que causa extrañeza, pues medio Comalcalco sabe quien aspira y cómo se mueven los aspirantes en el palacio municipal.
Por otro lado, está la figura deteriorada del ayer candidato y hoy presidente, entorno a que no ha sido condescendiente con quienes en su momento pelearon, lucharon y caminaron con él, que no hay o existe un compromiso por parte del presidente y sí lo tiene con aquellos que denostaron en su contra. Quedando asentado en más de un ciudadano, que si quieres que Alejandro te dé trabajo, hay que estar en su contra.
 De la misma manera está latente, el mensaje que más de una de su gente cercana menciona sobre su carácter, “es una persona demasiada voluble, que después de accionar de una manera poco razonable se arrepiente y cambia”.
Es pues que la pregunta  es hoy más que nunca necesaria… ¿A dónde nos lleva Alejandro?
Y claro que hay contestaciones a esas diatribas.
En Primer lugar. Y no es que este peleando el chayo… Creo que Alejandro Medina tiene que ser más honestos con los medios locales, tiene que gastar menos en publicaciones que hasta hoy son silenciadas más que difusoras de sus obras.
En Segundo lugar. Es momento de poner los pies en la tierra y ver que solo quedan menos de 2 años, y que el poder es efímero, que los comalcalquenses son especiales, y que lo mejor es buscar aliados, que enemigos, que en una administración los enemigos vienen de a gratis.
En Tercer Lugar. Purgar las direcciones, pues no es tiempo de hacer politiquería, no es tiempo de estar pensando en la salida o la salvación, a no ser que sea más que obvio que se va a acabar mal. Entonces sí, a aspirar más allá de lo evidente.
En Cuarto lugar. Dejar de llevarse por el chisme, pues siempre existen personas que por no perder lo que ganan, a todo dicen sí, y los aduladores son quienes meten la mejor patada, y saber, estar en el entendido que el dicho es claro viva el Rey, Muera el rey, y solo faltan menos de 2 años. Así que presidente cuando le lleven esto que escribo espero lo reciba con la madurez necesaria, pues no es un pecado decir en qué está mal y dar una posible solución.
En Quinto lugar. Brindar oportunidades, creo es la mejor carta de presentación de un alcalde, que no se caiga en el vicio de la envidia, o de la tropelía, que se sea realmente honesto y transparente no con la amistad, pero sí con los que han luchado y no han sido recompensado, eso es ser justo y vale mucho más en estos tiempos. Y pueden brindar esa justicia quienes han vivido, padecido no solamente humillaciones, sino también hambre, y necesidades, pero si no se ha estado en esa situación es por demás el supuesto.
En Sexto lugar. En sí, mejorar su imagen hacia el interior y exterior de la alcaldía, quien paga más es mejor visto, es una real mentira, hay que saber utilizar los medios necesarios, y hay que convencer con hechos no con fanfarreas. Si se quiere dar una buena imagen, se tiene que estar en el lugar indicado, en el momento justo, es decir en el trabajo.
En Séptimo lugar. Estar más cerca de las cabezas, pues no todas funcionan, y no todas trabajan, si no, hay que bajar con el pueblo y ellos se dan cuenta quien sirve y quien no, un ejemplo claro lo puede encontrar todos los días en la mañana en las oficinas de la deportiva de Comalcalco.
En Octavo lugar. No hacer cosas buenas que parezcan malas, en la política no hay lugar para las inocentadas y menos como alcalde, así que se tiene, se debe dejar las cosas en claro y no imitar una política estatal convulsionada, en donde quienes aspiran siguen dependiendo en su totalidad del mismo gobierno.
Noveno. Meditar bien las cosas, y transformar el municipio, edificar, y olvidarse de esos vicios inservibles de viejos alcaldes, es momento de reivindicar muchas cosas, entre ellas la figura del poder y del poderoso.
¿A dónde nos lleva Alejandro?, y aunque usted diga que él mismo va al desfiladero, yo creo que no es así, pues los posibles errores que cometiera, afectan directamente a la misma ciudadanía del municipio, pero yo  he visto al presidente, de vez en vez en cuando he cruzado palabras, y también lo he notado cansado, posiblemente harto de tantas peticiones, más las de trabajo, pero atrás de todo ese entorno, se ha podido observar una gran persona, que a veces cuando lo agarran en sus cinco minutos de desconcentración, se entrega, y muchas veces es perjudicial hasta para él mismo.
Y aunque usted piense lo contrario, hasta el día de hoy el presidente municipal de Comalcalco, ha intentado ser justo, y a veces se le puede pasar la mano, e inclusive han existido momentos en donde se ha tenido que hacer valer, ante quienes lo apoyaron, pues han querido sucumbirlo. Y claro está la autoridad es la autoridad, y eso a veces no se entiende, hasta que se vive. Y Alejandro Medina Custodio lo está viviendo.
“Los que desean congraciarse con un príncipe suelen presentársele con aquello que reputan por más precioso entre lo que poseen, o con lo que juzgan más ha de agradarle; de ahí que se vea que muchas veces le son regalados caballos, armas, telas de oro, piedras preciosas y parecidos adornos dignos de su grandeza. …” “No quiero que se mire como presunción el que un hombre de humilde cuna se atreva a examinar y criticar el gobierno de los príncipes. Porque así como aquellos que dibujan un paisaje se colocan en el llano para apreciar mejor los montes y los lugares altos, y para apreciar mejor el llano escalan los mentes, así para conocer bien la naturaleza de los pueblos hay que ser príncipe, y para conocer la de los príncipes hay que pertenecer al pueblo”.
El Príncipe
Nicolás Maquiavelo