A primera vista para ciertos grupos Gregorio Arias Pérez, ex presidente municipal de Comalcalco, está políticamente hablando, agonizando, si no es que muerto. Para otros dejó de ser el adonis del PRI, y se transformó en su propio castigo, de la misma manera están quienes argumentan el ya descarado apoyo de Arias hacia Oscar Rosado.
Pero a Gregorio no hay que asociarlo con sus acciones primarias, si no con las que realmente están detrás, y es que el señor Goyo, muy a pesar de la situación por la que atravesó al final de su trienio, sigue siendo el punto a tratar, por lo menos en Comalcalco.
Claro está las elecciones que se avecinan no serán tan fáciles como cuando Gregorio estaba en el poder, ahora no existirán los apoyos, ni mucho menos habrá un trabajo sólido por lo menos que amerite un voto, o en su caso una estrepitosa mentada de madre.
Lo cierto es que quienes la vieron difícil en las pasadas elecciones, ahora la vivirán con mayor intensidad y dificultad y dentro de ellos estará Gregorio, el político que se niega a ser olvidado o que el pueblo no quiere dejar de recordar o recordársela, por eso GAP, buscará consagrarse como un político audaz en medio del qué dirán y de pasó, por qué no, llevar de la mano a uno que otro candidato a la presidencia municipal en el municipio.
Gregorio Arias quiere el papel protagónico, y como todo político se mueve entre las entrañas del PRI y en el municipio hace reuniones informales, en donde como cualquier ciudadano, deja escapar sus opiniones personales de la política, de los aspirantes, del municipio, conocido ampliamente por tener la lengua más larga y rápida de la Chontalpa, inquiere comentarios a su muy estilo.
¿Entonces, existe o no la fuerza que GAP, dice tener? Si algún atributo tiene el aspirante a la diputación federal, es que es perseverante, necio, y astuto, es un político inquieto, eso explica el porque no ha sucumbido ante lo que vivió al final de su trienio, y explica también el por que se sigue hablando de su persona.
Por otro lado existen también ciertos atenuantes que hacen que la figura del controversial licenciado en derecho, sea un coadyuvante al triunfo o un sinónimo de derrota, por un lado su labor política, su disciplina e institucionalidad, sobretodo cuando las decisiones fueron cambiantes en las candidaturas a la gubernatura, ese día Gregorio quedó como una persona sin convicciones, pero hoy luego de la batalla, cuando Pechel se desahució, todo parece dar la razón a la actitud asumida por el presidente de aquel entonces.
Otra situación que se vivió fue el cierre ciclónico de su trienio, culpable o inocente, lo afecto y hasta la fecha lo tiene en el recuerdo y en el posible olvido, cosa que no se ha dado todavía, ha podido trascender, y quiérase o no luego de lo ocurrido y vivido, está en el lugar que tenia que estar.
Los aspirantes de Comalcalco, caminan esperando la luz de arriba, tocando la puerta aunque no las abran, nadie quiere quedarse fuera de este momento histórico que viven algunas corrientes dentro del PRI y dentro del mismo Madracismo, sin embargo la última decisión la tiene la gente del partido y el pueblo, ahí nadie se mete, no hay imposiciones, ni máscaras.
Estas elecciones serán al final unas elecciones sin medias tintas, sin favoritos, y estarán presentes viejos conocidos y viejos vicios, y aunque unos ganen y otros pierdan hay quienes van a demostrar lo que son, y lo que valen, la lucha que se vivirá, es ya conocida, en el fondo están las mismas corrientes, los mismos fines, Gregorio lo sabe por eso no se quiere quedar fuera ni de las corrientes, ni de los fines, es un político de fondo, que no está muerto, que no está acabado, sigue ahí, esperando quizá esas gracias que pocos le han dado y ese reconocimiento que a gotas ha llegado a sus oídos.
