Román Jiménez García
Renán mentira, como se le conoce en Jalpa, no solo ha cambiado su apariencia de campesino, pues antes casi a guaraches andaba, y ahora ropa de marca, zapatos caros y lentes juveniles, son el guardarropa que lo diferencia de su verdadera esencia.
Lo peor de esto es que para sus caprichos sí haya dinero y para quienes trabajan de manera abnegada y sufrida en el ayuntamiento parece ser escasea. Se espera la pronta intervención del gobernador del Estado que hable con él, que le aconseje, que lo disuada de seguir empeñado en destruir la nómina y al municipio.
Por lo pronto amable amigo les dejamos las fotografías tomadas por la destacada licenciada Maria de Jesús Martínez Almeida. Seguiremos informando, a un en contra de nuestros intereses.